Ecuador marcado por la incertidumbre económica y la confrontación política

La vigencia de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) y sus decisiones para cambiar el marco jurídico del país y redactar una nueva Constitución, sin duda pondrá un marco netamente político del día a día ecuatoriano.

El propio presidente Rafael Correa lo confirma. “Este año será de confrontación política por el "proceso de cambio" que impulsa su gobierno y que encuentra resistencia en las antiguas estructuras del país” advirtió en una entrevista con el diario local El Comercio.

Esto porque el Mandatario, quien asumió el poder el pasado 15 de enero, está empeñado en hacer en Ecuador una “revolución ciudadana” enmarcada en un proyecto político regional del Socialismo del Siglo XXI, el cual lidera Venezuela e incluye a Bolivia.

Para eso cuenta con el apoyo de Movimiento País,  la agrupación política de Correa que tiene la mayoría absoluta en la ANC y comprometió un nuevo texto constitucional para el próximo 24 de Mayo, fecha en que este país sudamericano conmemora la batalla que lo liberó del control español.

Con los cambios, el Gobierno señala que este será un año para “la recuperación de la libertad económica, la inclusión productiva, la disminución de la brecha social y la implementación de una fórmula de desarrollo con un gobierno central y gobiernos locales fuertes”.

Sin embargo, las primeras  decisiones y reformas ya provocaron enfrentamientos sociales en el 2007, como una reforma tributaria que entró en vigencia y cuyas consecuencias comenzarán a sentirse con demandas internacionales, anuncios de rebeldía tributaria y marchas de protesta.

El principal centro de resistencia de las medidas asambleístas, nacidas del seno gubernamental, será de la ciudad de Guayaquil, que con sus primeras acciones, avizora convertirse en el núcleo de la oposición a régimen, bajo el liderazgo del Alcalde Jaime Nebot.

Desde este sector se han emitido los más radicales augurios de estancamiento económico del país que ya en el 2007 registró uno de los índices más bajos de la región, 2.65 por ciento.

Y aunque el presidente Correa aspira que en el 2008 concretará y cosechará las políticas que imprimió en el año anterior, varios analistas no ven con optimismo el futuro económico, que según el Banco Central proyecta crecer en un 4.25 por ciento.

Esto porque Ecuador le ha puesto barreras a un acercamiento con Estados Unidos, su principal socio comercial, dándole un rotundo no a la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos.

Esto sumado al riesgo de que el gobierno norteamericano no amplíe para este país las preferencias arancelarias (ATPDA), que permite al Ecuador colocar en el mercado estadounidense 6.183 productos con cero arancel.

Con esto Ecuador quedará en inferioridad de condiciones comerciales ante sus vecinos Perú y Colombia que ya tienen firmado y negociado, respectivamente, sus TLC con Estados Unidos.

Estas condiciones favorables de los vecinos países, sumados a los efectos de la nueva Ley Tributaria, están provocando en Ecuador que varios industriales, empresarios e inversionistas, migren o por lo menos busquen ampliar sus operaciones, particularmente en Perú.

Estas condiciones podrían darle la razón a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), que vaticinó que Ecuador, junto a Bolivia, continuará en el 2008 a la zaga del alto dinamismo económico que impera en Sudamérica.