HABRÁ CARAS NUEVAS EN EL GOBIERNO
No consiguieron ayer, en Tele5, arrancarle noticias a Rodríguez Zapatero sobre los cambios o novedades en su futuro gobierno. Ahora no toca, vino a decir, porque hay que cruzar primero la fase de la investidura. Pero como era tanta la insistencia, cedió finalmente a confirmar que habrá al menos una cara nueva… o más. Y aprovechó para confirmar expresamente la continuidad de sus dos vicepresidentes, la de política, María Teresa Fernández de la Vega, y el de economía, Pedro Solbes. No era mucho, porque eso estaba descontado. ¿Quién haría de portavoz, de verdadero portavoz, del Gobierno si no estuviera permanentemente al quite Fernández de la Vega? ¿Quién frenaría, o al menos, encauzaría, la alegría por el gasto de algunos ministros, si no ejercitara Solbes sus acreditadas dotes para templar gaitas y conseguir que se deje para mañana lo que de ninguna manera conviene hacer hoy? Así que la curiosidad se centra en quién es el ministro “al menos” descartado, o los ministros. Fuentes con motivos para saber dicen a este Off The Record que lo más obvio no es siempre lo seguro, ni mucho menos, y que puede suceder que el cambio seguro no sea, como siempre se piensa, el de Magdalena Alvarez. Al menos dos ministros han hecho más méritos que la titular de Fomento para dedicarse a otros menesteres, y al frente de Ministerios con menos gasto que el de las infraestructuras, pero con más incidencia sobre la imagen de España y la seguridad, o la tranquilidad, o como quiera expresarse, de los ciudadanos. Y otro par de ministros son, y el presidente lo sabe, bombas de relojería de opinión pública que pueden detonar en cualquier momento. Alguno de ellos tiene el Ministerio como un campo de minas. Corren muchos rumores por los cenáculos de Madrid, pero es verdad que Rodríguez Zapatero administra muy cuidadosamente la publicidad de las decisiones que tiene tomadas, y sus confidencias llegan sólo al reducido círculo de los colaboradores más íntimos. Bueno, aún sin acceso a esas fuentes privilegiadas, este Off The Record admite apuestas: serán tres, quizá alguna más pero no es probable, las caras que cambien al frente de Ministerios en el nuevo Gobierno.
LA IMPORTANCIA DE ENTENDERSE CON MADRID
En alguna autonomía, cruzada ya por intensas turbulencias políticas, puede producirse una especie de “ensayo general con todo” de ese nuevo espíritu de compromisos en torno a las grandes cuestiones en el que Rodríguez Zapatero insiste en cada comparecencia pública como ganador de las elecciones. Cuando ayer, en la entrevista de Tele5, el todavía presidente en funciones habló del diálogo con las autonomías, fiel a su reiterado concepto de la “España plural”, se refirió naturalmente a CiU, al PNV a pesar del “sorpasso” socialista en Euskadi, incluso al pequeño nacionalismo gallego del BNG. Sólo hubo un nombre que no pronunció, y en política es sabido que los silencios son más elocuentes, y a veces incluso más agresivos, que las palabras. Hay dentro del nacionalismo moderado canario, CC, un sector, probablemente mayoritario y desde luego el más vinculado al activo e influyente empresariado de las Islas, con la opinión de que llevarse bien con Madrid y Bruselas es una prioridad neta que siempre había tenido en cuenta el proyecto ATI-CC. Y que observa con inquietud lo difícil que eso puede ser con el renovado gobierno del PSOE si no se corrige la pinza de las minorías contra la mayoría socialista del Archipiélago. Uno de los más importantes empresarios de Canarias, de entre los principales a contar con los dedos de la mano, lo decía ayer a este Off The Record con una comparación elocuente: “Si PP, CiU, PNV y algún pequeño grupo más sumaran sus escaños para dejar al PSOE en la oposición sería sin duda legal, pero también una burla a la voluntad de los electores. Y tenemos que reconocer que eso fue exactamente lo que hicimos aquí, y es natural que el PSOE acabe por pasarnos factura”, no sólo con el Estatuto, sino con cuestiones sensibles de impuestos, subvenciones e infraestructuras.Su conclusión es que conviene anticiparse a la “vendetta”, propiciando un cambio de alianza, aunque sea “entregando las cabezas que haya que entregar”. En ello están gentes muy principales de la realidad social y económica del archipiélago.
NUEVOS “PACTOS DE LA MONCLOA” CONTRA LA RECESIÓN
Rodríguez Zapatero ya ha comunicado a sus ministros de máxima confianza, el “círculo de hierro” del presidente que encabeza el laborioso Jesús Caldera, su prioridad para el arranque del nuevo Gobierno, una vez tenga la investidura: un gran pacto social político-empresarial-sindical. La imagen insuperada de los famosos Pactos de La Moncloa anida en el subconsciente. Caldera no oculta que hubiera preferido tener a José María Cuevas, o al catalán Joan Rosell, al frente de la CEOE. La sintonía de Caldera con Díaz-Ferrán –al que tiene por “ultraliberal” o “neocon” de la escuela y confianza de Esperanza Aguirre, la gran “bestia negra” del entorno de Rodríguez Zapatero– es muy mejorable, y ha recibido con alivio la noticia de que el dialogante y experimentado Jiménez Aguilar se mantiene finalmente como “número dos” de la patronal. Sin embargo, Caldera y Díaz-Ferrán coinciden en ser tenaces, persistentes, muy trabajadores. Vaya el pronóstico de este Off The Record de que Caldera conseguirá, para su amigo y jefe Rodríguez Zapatero, el pacto social que el presidente desea para cruzar los peores meses de la crisis económica en acuerdo y sintonía con empresarios y trabajadores, patronal y sindicatos.
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