Leopoldo Calvo Sotelo

Hemos perdido los españoles una figura destacada de los últimos 45 años de la historia política de España, actor importante en distintos gobiernos y presidente del gobierno en el momento significativo del 23 de febrero de 1981. Recordar su trayectoria política para los españoles de hoy es hacer una pequeña incursión histórica y rendirle el homenaje que supo ganarse. Se inicia en la política en el equipo de Federico Silva Muñoz, de la federación de propagandistas de acción católica, que fue ministro de Obras Públicas en tres gobiernos de Franco en la etapa denominada del Desarrollo. Del año 1965 hasta 1973 con un total de ocho años. En esa etapa Leopoldo Calvo Sotelo fue director general de transportes.

En la Transición participa activamente y en el gobierno de Carlos Arias Navarro el 12-12-1975, ocupa la cartera del ministerio de Comercio y Turismo. En el primer gobierno de Adolfo Suárez el 7-7-1976, es ministro de Obras Públicas. Después fue ministro de la Comunidad Económica Europea desde 1978 a 1980, que es nombrado vicepresidente segundo del gobierno.

El 26 de febrero de 1981 es ascendido a presidente de Gobierno en el que permanece 3-12-1982, que es relevado por Felipe González. Con un total de 22 meses.

Cuando alcanza la presidencia del gobierno con 56 años y cargado de experiencia era un político desde cuyo observatorio había conocido y participado en momentos cruciales de la vida política española, etapa que asombró al mundo por su ejemplaridad: la Transición, sin derramamiento de sangre en un período de la Guerra Fría en la que se destacó el pulso político del Rey, de los gobernantes, de los partidos políticos y del pueblo español.

Todos apostamos por la democracia y lo conseguimos

Su carácter, temperamento y estilo, fueron diferentes a otros gobernantes: con una personalidad discreta, tenaz, analítica, ferviente europeísta e impulsor del proceso de la Unión Europea, con dilatada experiencia empresarial, hombre de estado, de carácter dialogante y moderado, buen parlamentario que sabía valorar aquellos problemas, que por ser asuntos nacionales trascendentes o de carácter internacional, como la entrada de España en la OTAN, requieren planteamientos y soluciones internacionales y exigen un acuerdo gobierno-oposición y haber sido debatidos y aprobados en las Cortes.

Los denominados “Asuntos de Estado”

Un político actual que buscaba soluciones a los problemas de los españoles en el marco superior europeo, consciente de los beneficios que para España iba a suponer la integración en el proceso de la Unión Europea, y que el momento actual le ha dado la razón.

Escribir estas líneas después de contemplar las largas colas de ciudadanos anónimos que le han rendido homenaje en la capilla ardiente instalada en el Congreso de los diputados, tras hacerlo sus majestades los Reyes, políticos y amigos, confirman la opinión de que España cuenta con ciudadanos que son capaces de servir a la comunidad con inteligencia, honradez y entrega. La historia en su momento le juzgará y dará su veredicto detallado.