La imagen que no se me borra de la cabeza es la de un paisano salvadoreño, vestido de domingo, todavía con olor a café y sábana, que sostenía un periódico nacional en el que se leía un titular inmenso, todas en mayúsculas:
CHÁVEZ NO VIENE. La imagen que me causa gracia es la carcajada que se echó este señor, exclamando al mismo tiempo:
“¡Es que este viejo sí que es un show!”. Me miró de soslayo señalándome el titular y, definitivamente, contagiándome con su risa. Aclaro, la gracia que me causó todo esto es por contagio de risa, no por otra cosa, lo juro.
El caso es que la mañana de domingo salvadoreño, con la entrada fresca del verano tropical, se convirtió de pronto en repetidas escenas parecidas a las del señor sonriente.
El anuncio del mandatario es una sorpresa no tan inesperada, si lo vemos desde un punto de vista con un mínimo de sentido común y de conocimiento en cuanto a sus impulsos que tanto lo caracterizan, y a lo que Posada Carriles ha hecho en El Salvador. Así como el señor que tuvo tan grata mañana ante el periódico, del mismo modo, casi al instante, ya se sabía de reacciones al respecto de la noticia de Chávez.
La Canciller salvadoreña
Marisol Argueta lanzó de inmediato un comunicado en el que señalaba que no ha recibido notificación oficial alguna sobre la decisión del mandatario. Según reza el documento todo sigue igual para recibir a los jefes de Estado que han confirmado su participación a la reunión.
“La seguridad está garantizada para todos los jefes de Estado. Se han hecho pruebas y operativos respectivos para asegurar la vida de todos los participantes”, dijo la Canciller.
“Ridículo” es lo que el economista
Manuel Enrique Hinds espetó sobre la decisión, agregando que lo que se encuentra detrás de esa decisión es un deseo de no mostrarse en público
“porque está muy débil”. Por su parte
René Figueroa, ministro de Seguridad Pública y Justicia, calificó de
“descabelladas e irresponsables” las afirmaciones del mandatario. Figueroa además considera que
“todo apunta a que el señor Chávez va a perder esta elección ante el gobernador de Zulia (…) entonces tiene una crisis política y busca pretextos”. Dijo además que todas las delegaciones han nombrado representantes para trabajar de la mano con el Estado Mayor Presidencial en los diferentes dispositivos de seguridad que se implementarán durante los días de a Cumbre.
“Hoy por hoy hay todo un esfuerzo interinstitucional para la más de veintena de mandatarios que vienen al evento y se cuenta con el apoyo de la comunidad internacional en materia de inteligencia y seguridad”, señaló asimismo Figueroa, añadiendo complacido que ya está en El Salvador el equipo especial de la Policía Internacional para eventos especiales o de gran envergadura como éste.
“No sé de dónde se ha sacado tales argumentos el presidente Chávez”, dijo
Héctor Dada Hirézi, del partido Cambio Democrático, de tendencia “Izquierda Democrática”, preguntándose además por las pruebas que tiene para decir tales cosas.
En el otro lado de la balanza, el partido FMLN, llamado
“amigo de Chávez”
y de tendencia izquierda, opinó por medio del diputado y vocero del partido,
Sigfrido Reyes, que los comentarios de Chávez son graves, no para el Gobierno, sino para el Estado salvadoreño. Reforzó su argumento señalando al Presidente de la República,
Elías Antonio Saca, para que dé una explicación ante la puesta en duda del sistema de seguridad que se implementará para la Cumbre.
“Peligra la vida no solo de Hugo Chávez, sino la de todos los mandatarios”, criticó.
Del mismo modo, el diputado expresó que no se extraña de la decisión tomada por Chávez porque la Ministra de Relaciones Exteriores, Marisol Argueta, declaró que
“el presidente Hugo Chávez era un enemigo”. En una ponencia que realizó Argueta en un instituto de análisis en Washington, la ministra calificó de
“enemigos” a varios gobiernos latinoamericanos y llamó a Estados Unidos a colaborar para
“no perder a El Salvador”.
“No perder…” hace alusión a las posibilidades de ganar las elecciones que tiene el FMLN en las presidenciales de marzo del 2009, en donde las encuestas lo colocan arriba.
Definitivamente este lunes tiene un nuevo tinte. A como va caminando el proceso de la Cumbre, es posible incluso que dentro de unas horas haya otro giro. Ojalá y no sea la sorpresiva noticia de que los demás presidentes
latinoamericanos de izquierdas rechacen el compromiso por el mismo
“temor” de Chávez. Mejor sería que el Rey de España pase convenciendo al presidente venezolano y se lo traiga en el mismo avión, ya que anda en Perú desde el domingo y tiene vuelo para San Salvador el miércoles. Pero como dice el dicho
“lo más seguro es que quién sabe”.
Si (
No(
