México reclamó un papel protagónico en un mundo que requiere una suma de esfuerzos para enfrentar un sinfín de conflictos.
"Queremos ser actores y no espectadores de las transformaciones del mundo", dijo el presidente mexicano Felipe Calderón el miércoles ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, después de enumerar la migración, el cambio climático, los precios de los alimentos, la violencia y el terrorismo como problemas acuciantes del mundo moderno.
"Todos estos problemas sólo se pueden enfrentar con soluciones globales", afirmó, y ofreció el aporte de México, que con la undécima población del mundo y la duodécima economía quiere "ocupar un lugar de responsabilidad y compromiso".
Calderón dijo que asumiendo esa responsabilidad, su país ha solicitado una banca no permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU bajo el principio de la "corresponsabilidad" puesto que "nuestra generación tiene la responsabilidad histórica de actuar aquí y ahora para enfrentar los desafíos de la humanidad en este siglo XXI".
Ese principio, a juicio del presidente mexicano, exige la colaboración internacional para enfrentar el tráfico ilícito de drogas, de armas y de personas "que no reconocen fronteras", como también el calentamiento global, la violencia y la pobreza.
En México, aseguró, "hemos emprendido un combate frontal contra la delincuencia. Pero ese esfuerzo requiere la corresponsabilidad internacional".
Uno de los aportes concretos de su país a la comunidad global ha sido la propuesta que hizo ante la ONU de establecer un "fondo verde" con el propósito de "crear instrumentos financieros para proteger el medio ambiente".
Calderón dedicó una parte saliente de su mensaje a defender la dignidad de los emigrantes que parten de la América de habla hispana al norte con la esperanza de una vida mejor.
"La migración no puede reducirse a la cuestión de seguridad y economía", afirmó. Y apelando a la "responsabilidad compartida de países de tránsito y de destino" de los inmigrantes, reclamó políticas conjuntas "que permitan que los flujos migratorios sean ordenados y respetuosos de los derechos humanos".
Calderón avizoró un mundo "de paz, seguridad y desarrollo para todos los pueblos del planeta, un mundo de paz y de justicia" con la colaboración de todas las naciones bajo ese principio de la responsabilidad compartida.
"El multilateralismo es el camino del siglo XXI", afirmó, "la respuesta a la globalización".
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