Frialdad en Cantabria para 'recibir' a la posible vicepresidenta Salgado

    Los medios de comunicación, por su parte, abren sus sección nacional con el cambio de Gobierno, pero se limitan a recoger la misma información aséptica e imparcial en la que se detallan qué carteras cambian de dueño, y de pasada se ha mencionado en la SER la "sorpresa" que han causado no sólo en la región, sino en el país. Y nada más.

    Dentro de unas horas todos opinarán largo y tendido sobre la nueva responsabilidad de la diputada por Cantabria, y esas opiniones serán de toda índole y color. Y es que en por aquí el recuerdo de la todavía ministra de Administraciones Públicas es reciente. Sus última visitas fueron a principios de marzo, primero cuando Salgado pasó un fin de semana en Santander con el fin de asistir al encuentro del PSC-PSOE sobre el Fondo Estatal de Inversión Local y después cuando asistió junto a la ministra de Medio Ambiente, Elena Espinosa, a una comida organizada por la agrupación socialista de Val de San Vicente.

    En ambas ocasiones levantó ampollas. Primero, consideró  que el  Fondo Estatal de Inversión Local aprobado por el Gobierno  central y dirigido a los ayuntamientos es un "éxito total" y que  por eso le "duele al PP".

    No todos en Cantabria resultaron ser de la misma opinión, y no solamente en el círculo político. Un ejemplo del desacuerdo existente vino desde la Asociación de Constructores y Promotores de Cantabria. Su presidente, Fidel González Cuevas, consideró que las medidas presentadas por el Gobierno son "insuficientes e inútiles" y lanzó una advertencia a la ministra: "Le sugiero, con todo el respeto, que conozca mejor los problemas de nuestra región y así podrá defendernos".

    En su segunda visita se refería a los trajes de Camps haciendo notar que, mientras el PSOE lucha contra la crisis, en el PP tratan de averiguar quien pagó al famoso sastre del presidente de la Comunidad Valenciana. Además, Salgado pedía a los españoles que no hicieran caso al PP, "que sólo intenta crispar, boicotear y crear un clima de tensión" entre los ciudadanos, cuando, a su juicio, con "el esfuerzo de todos" el país va a superar la crisis económica.

    Este dardo provocó multitud de reacciones: desde la prensa local, y como ejemplo podemos leer en un conocido diario digital afín al PP  aludir a la ministra como "otra que viene de fin de  semana a Cantabria a hacer 'chascarrillos'", hasta el propio  Partido Popular, que en boca de su secretaria general en la región, María José Sáenz de Buruaga, consideró "impresentables"  sus declaraciones. Para los populares cántabros, la ministra había elegido "mal sitio para presumir de la situación de PSOE", sobre todo cuando "la misma persona (Salgado) que acaba de tramitar una concesión de 800 millones de euros a Cataluña en concepto de deuda histórica en infraestructuras, luego viene a pasear a Cantabria donde todas las grandes infraestructuras están en nada, como el AVE".

    Ante esta diversidad de puntos de vista, de simpatías y antipatías, no hay duda de que de aquí a unas horas todos, políticos, periodistas, ciudadanos y empresarios, van a tener algo que decir. Pero de momento, en esta mañana de lunes, reina calma política y tan sólo la vicepresidenta del Gobierno, Dolores Gorostiaga, ha hecho un comentario del que no se puede sacar mucho. Según Gorostiaga, "los cambios de Gobierno son competencia exclusiva del presidente Rodríguez Zapatero. Él es el único que sabe lo que hay en su cabeza, con lo cual yo no puedo tener opinión al respecto".