Rafael Correa buscó liderar el regreso de Zelaya al poder

Las reacciones del mundo frente a los acontecimientos no se hicieron esperar, los organismos internacionales como la OEA, ONU, ALBA, entre otros, convocaban reuniones urgentes para tratar el tema y buscar una solución.

Ecuador no fue la excepción, el presidente, Rafael Correa, se enmarcó en la defensa del depuesto líder y  sumó esfuerzos por restablecer el orden democrático en  Honduras. La primera acción adoptada por el país fue expresar su solidaridad con el pueblo hondureño  mediante un comunicado de la Cancillería y rechazar de forma categórica el golpe de Estado.

Vinieron luego los primeros contactos con lideres de la región, donde Correa propició una cumbre emergente de mandatarios y representantes de la ALBA (Alianza Bolivariana para las Américas) que fue llamada luego por el presidente Venezolano Hugo Chávez, del SICA (Sistema de Integración Centroamericano) y del Grupo de Río para que expresen el rechazo conjunto de estos organismos regionales a las acciones de facto registradas en Honduras.
 
La reunión de la ALBA, en Managua, donde Ecuador estuvo sin reservas, los países miembros ordenaron retirar sus embajadores acreditados en Tegucigalpa hasta que se restituya en la Presidencia de Honduras a Manuel Zelaya.

"En vista del tajante rechazo que han manifestado la comunidad internacional frente al gobierno dictatorial que pretende imponerse, los países miembros de la ALBA hemos decidido retirar nuestros embajadores" de Tegucigalpa, acordaron en la declaración de Managua, leída por el canciller de Ecuador, Fander Falconí
 
El papel activo de Ecuador por liderar los esfuerzos diplomáticos y políticos para la restitución de Manuel Zelaya se ratificó el 1 de julio, cuando inició la reunión de los representantes de siete organismos parlamentarios de Latinoamérica convocada por el principal ecuatoriano Fernando Cordero, en la sede de la Asamblea Nacional, en Quito, para discutir y tomar una resolución respecto a la crisis hondureña.

"El golpe de Estado en Honduras afecta a todo un camino de democracia en América Latina", dijo el presidente de la Comisión Legislativa de Ecuador, Fernando Cordero, la resolución final fue condenar lo acontecido en Honduras y recordaron que "nunca ha habido tanto repudio" a una acción de este tipo, por lo que la coyuntura en Honduras marcaría "un hito en la historia" señalo Cordero.

El presidente Rafael Correa continuaría con sus acciones tras las varias condenas internacionales al golpe hondureño, viajó a Washington el 4 de julio para acompañar a  Manuel Zelaya en su aspiración de retomar el poder de su país.

Horas antes de viajar dijo: “Yo le he dicho –refiriéndose a Zelaya- que reflexione un poco porque, como a mi me ven como el radical miembro de la ALBA, no conviene, pero si tú crees que conviene con todo gusto estaré. Él me respondió que lo ratificaba porque represento la nueva generación de líderes de América Latina”.

El gobierno de Ecuador mediante sus ministro de Seguridad Interna y Externa, Miguel Carvajal, y el Coordinador de la política Ricardo Patiño aseguró que su país no cejará en la defensa de la democracia en América Latina y justificaron la participación del jefe de Estado de Ecuador, Rafael Correa, y de otros gobiernos en la crisis de Honduras como una cuestión de principios: "la defensa de la democracia, condenar los asaltos y manotazos al poder".

"Tenemos que hacer un esfuerzo por impedir que América Latina reproduzca estos regímenes autoritarios que se expresaron el siglo pasado", señalaron.

La intervención de Correa en la crisis hondureña no fue vista con buen agrado por sectores del país que sostienen que la crisis debe ser resuelta por los hondureños, en ese marco el ex presidente de Ecuador Lucio Gutiérrez, quien en 2005 fue depuesto por el Congreso, criticó la “intervención” de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA) en la crisis política de Honduras y aplaudió, por el contrario, la de la OEA, aunque se quejó de que en su caso el organismo interamericano “no hizo absolutamente nada”.


Cronología de las acciones de Ecuador.

28 de junio:
Ecuador mediante un comunicado de la Cancillería rechaza de forma categórica el Golpe de Estado en Honduras y expresa su solidaridad con el pueblo Hondureño.

Se suma a la reunión convocada con carácter de urgente de la ALBA.

29 de junio:
Ecuador y los demás  países de la ALBA, del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) y del Grupo del Río en reuniones urgentes celebradas en Managua, acuerdan aislar política, diplomática y comercialmente al nuevo Gobierno en Honduras.

30 de junio:
El poder legislativo de Ecuador, mediante su representante, Fernando Cordero, convoca a reunión de poderes legislativos de Latinoamérica en Quito.

1 de julio:
Varios representantes del poder Legislativo de América Latina se reúnen en Quito, para tratar la crisis hondureña, tras la convocatoria del principal de Ecuador, Fernando Cordero.

2 de julio:
Concluye  en Quito, reunión de Legislativos y acuerdan repudiar el golpe en Honduras.

3 de julio:
Rafael Correa  recibe la invitación por parte de Zelaya para acompañarlo en su regreso a Honduras.

4 de julio:
Comitiva ecuatoriana encabezada por Rafael Correa viaja a Washington para acompañar a Zelaya de regreso al poder.

5 de julio:
Los presidentes de Ecuador, Rafael Correa; Argentina, Cristina Fernández, y Paraguay, Fernando Lugo, así como el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, llegan procedentes de Washington a El Salvador, donde Zelaya se les unirá después de una escala en Managua.

6 de julio:
Representantes del gobierno de Ecuador, defienden las acciones de Correa en el golpe en Honduras y reafirman que no desistirán, hasta que Zelaya regrese al poder.