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CNI: solución militar

CNI: solución militar

jueves 02 de julio de 2009, 20:45h
Lo que podía haber sido una salida burocrática hace poco más de un mes, se ha convertido en una escandalosa caída. Alberto Saiz no ha podido resistir la presión de unas pruebas de aprovechamiento personal de recursos públicos y no ha esperado a los resultados de una investigación interna del Ministerio de Defensa. En esta ocasión no ha encontrado buceadores del CNI que le limpiaran la piscina de sus desatinos. Se ha escabullido por el desagüe.

Saiz no solo carecía de los apoyos de los ministerios del Interior y del suyo propio, sino que probablemente ambos organismos se hayan alegrado de su cese, bien sea por dimisión o por invitación. Su única valedora, la vicepresidenta Fernández de la Vega, le retiró su apoyo ante el cariz que tomaban nuevas revelaciones y ante la atmósfera cada vez más irrespirable del organismo de inteligencia, que amenazaba con paralizarse.

No ha habido conspiración ni afán persecutorio por ser “hijo de un mecánico”, como victimista y patéticamente, quiso justificar las filtraciones sobre su mala praxis administrativa. Simplemente hubo mal empleo del dinero público y falta de explicaciones convincentes sobre las pruebas que se le exhibieron. Sin contar la perplejidad que causó el saber las docenas de ceses y nombramientos de altos cargos en periodo de tiempo corto, lo que indicaba una inestabilidad directiva achacable a una mala política de nombramientos que se subsanaban con ceses y nuevos gestores, o unas pugnas intestinas amenazantes a corto plazo.

La crisis en el Centro ha sido afortunadamente bien  resuelta. En nada se parecen saliente y entrante. Saiz llegó con el sorprendente bagaje de una titulación como ingeniero técnico de Montes, lo que antes se denominaban peritos, y algunos cargos autonómicos en áreas de agricultura, caza y medio  ambiente. Félix Sanz Roldán ha hecho una de las carreras militares más brillantes de los últimos tiempos hasta llegar a la máxima graduación de general de Ejército (cuatro estrellas en sus hombreras). Desempeñó altos cargos en el ministerio de Defensa, fue agregado militar en la embajada de Washington, estuvo a punto de ser jefe del Comité Militar de la OTAN, cargo que a última hora lo ocupó un general italiano.

Sus dos últimos destinos han sido de secretario de Estado, como el que va a ocupar desde mañana. Fue jefe del Estado Mayor de la Defensa y hasta ahora ha sido alto representante en materia de Defensa de La Presidencia Española de la UE ( que comenzará en enero de 2010) cometido este último de la máxima confianza del presidente Zapatero.

La experiencia militar y diplomática en organismos internacionales van a ser bazas decisivas en su nuevo cargo. El historial de Sanz es apabullantemente superior al de Saiz. Y es de esperar en que en poco tiempo haga olvidar el último mes de baqueteo, restañe heridas, haga un profundo chequeo al Centro y lo relance. El CNI se merece un jefe así.
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