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Para hacer frente a ETA y a la crisis económica

López aúna en su Gobierno a 'políticos' e independientes

López aúna en su Gobierno a "políticos" e independientes

martes 05 de mayo de 2009, 12:05h
El nuevo Gobierno que ha conformado Patxi López no va a tener 100 días de cortesía para poder asumir sus responsabilidades, asentarse y empezar a andar y tomar sus primeras medidas libre de presiones o sometido a  la critica de la oposición. Desde el primer momento, nace sujeto a un doble marcaje: De un lado, el de ETA, que antes de constituirse ya amenazó al nuevo ejecutivo y le advirtió de que le situaba bajo su mortífera diana. Por otra parte,  el del PNV- el partido que durante treinta años ha tenido la responsabilidad de gobierno- que ha anunciado que no dará ni un día de respiro al nuevo gabinete, que su marcaje se hará patente desde el mismo momento de su constitución. También cabe destacar que el nuevo Gobierno de Patxí López va a ser también recibido por los sindicatos nacionalistas, ELA y LAB, con una huelga general convocada para el próximo día 21 de mayo.

En este contexto y con una administración vasca construida, a lo largo de tres décadas de gobierno ininterrumpido, a imagen y semejanza del PNV en todos sus niveles, va a tomar posesión este próximo viernes el equipo de gobierno de Patxi López. 


Independientes en algunas de las consejería más sensibles
Consciente de todos estos handicaps desde su nacimiento, López se ha querido rodear de un equipo “de los mejores” y en ese intento ha alternado el reparto de carteras entre destacados dirigentes de su propio partido, muchos de ellos bregados en las materias que les van a tocar gestionar y con un fuerte peso político, con el fichaje de independientes  para situarlos al frente de algunos de los departamentos más sensibles, como los de Cultura (Blanca Urgell), Economía y Hacienda (Carlos Aguirre) o Industria (Bernabé Unda). El cuarto consejero independiente será el de Sanidad, Rafael Bengoa. Para ocupar algunas de estas carteras ha sido necesario salvar las reticencias de varios destacados profesionales sin carnet o de diversa adscripción política que han sido tocados y que han desechado la propuesta por razones de peso: el peso de la amenaza terrorista, además de otras presiones, llamémoslas ambientales, las de los nacionalistas.

Cargos internos con peso político en  áreas de gestión

El nuevo Gobierno vasco, que ve reducido el número de consejerías a diez, se completa con la presencia de los dirigentes o parlamentarios socialistas Idoia Mendia, en Administración Pública y Justicia, que puede ser, además, la portavoz del Gabinete; Rodolfo Ares, en Interior; Isabel Celaá, en la compleja consejería de Educación; Gemma Zabaleta, en Asuntos Sociales; Pilar Unzalu, que se encargará de la gestión del Medio Ambiente y, finlamente, Iñaki Arriola, que será el consejero de Infraestructuras.

Los retos con que se va a enfrentar este nuevo Gobierno son de peso: desde el terrorismo y la lucha contra ETA hasta la crisis económica, que, en contra de lo que se quiso hacer creer, se está dejando notar con una gran virulencia en el tejido empresarial vasco y en su mercado laboral, si olvidar cuestiones tan sensibles y complejas como las de los modelos lingüísticos, la Educación o la Cultura, o la gestión de los medios de comunicación públicos, la EiTB.

Por eso, además del nombramiento de consejeros, también se ha tenido especial cuidado en la conformación del segundo nivel de responsabilidades. Están llamados a tener un papel importante personas como Rafael Iturriaga, que se ocupará de la viceconsejería de Interior; Ramón Etxezarreta, que gestionará la política lingüística del nuevo ejecutivo; o Marisol Esteban, que ocupará la viceconsejería de Educación.   

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