El primer Congreso de UPyD se inició este viernes como si en las filas de la formación no hubiera ocurrido nada, o casi nada. Las intervenciones del escritor
Álvaro Pombo –que fue sin duda la más celebrada y aplaudida-, del eurodiputado
Francisco Sosa Wagner y del filósofo
Fernando Savater sirvieron de arranque a la primera jornada del conclave del que Rosa Díez saldrá reelegida líder del partido. La candidatura de su rival, Valia Merino, sin embargo, dejará constancia del descontento que mantiene un sector de estra formación política contra la actual dirección.
El filósofo fue el único que en su discurso se ‘atrevió’ a dar un tirón de orejas a los dirigentes ‘díscolos’, a los que pidió que “cesemos los personalismos y la obsesión del quítate tú para ponerme yo”.
A primera hora de la tarde, los delegados, tras elegir a los miembros de la Mesa, pudieron escuchar a través de sendos vídeos los saludos del escritor
Mario Vargas Llosa y del actor
Albert Boadella, que tuvieron palabras de aliento y ánimo para la joven formación política.
En ese punto, cabe destacar la presencia de
Salek Bopih, ministro de Urbanismo y Reconstrucción de las zonas liberadas del Sahara, que recorrió en su propio coche tres mil kilómetros para asistir a este Congreso. Un viaje fatigoso, que demuestra también la carencia de medios de la República Árabe Saharaui Democrática, pero que Bopih ha aprovechado para meter el dedo en la herida: su reivindicación de un Sahara independiente frente a la ‘culpabilidad’ de España en que este territorio forme parte actualmente de Marruecos.
Especialmente divertida fue la intervención del escritor Álvaro Pombo, quien, con auténtica ironía, ridiculizó tanto al Gobierno socialista como a la oposición del PP. Muy gráfica fue su parodia sobre el pago del rescate del Alakrana, explicando cómo el dinero del rescate bajaba del cielo hacia los piratas como si fuera ‘maná’. Desanimado y cansado de la política –de los ‘políticos profesionales’, es de suponer- dijo que estaba deseando ‘mandarlos a paseo’.
¿Un partido diferente?
Después de escuchar a la soprano
Emilia Onrubia, que interpretó el aria Nessum dorma, Rosa Díez presentó su informe de gestión a puerta cerrada –aunque los gritos de Díez llegaban hasta el hall del Palacio de Congresos donde se desarrollaba el acto: tanto énfasis ponía-, en el que comenzó afirmando que “somos un partido diferente”. La dirigente vasca se centró en explicar los numerosos “escollos” con los que se han encontrado hasta llegar a tener tres representantes en diferentes instituciones parlamentarias: ella misma, como diputada en el Congreso; Francisco Sosa Wagner, en el Parlamento Europeo, y
Gorka Maneiro, como diputado autonómico en el País Vasco.
Díez relató los sinsabores que pasaron hasta poder conseguir financiación, dado que en un principio los bancos no se fiaban de un partido por el que pocos apostaban. Así, tuvieron que suscribir bonos gracias a los cuales lograron sufragar los gastos de las campañas electorales.
Pero la dirigente vasca lamentó “los efectos perversos de la actual ley electoral que obliga a pequeños partidos con el suyo o como IU a ‘sudar la camiseta’ para lograr cada escaños, en comparación con los partidos nacionalistas. Por ello, “el resultado electoral fue milagroso”, se jactó Díez.
Hooligans en política
También cargó contra el ‘bipartidismo’ que impera en España y que consigue marginar al resto de las fuerzas políticas “y que solo vayan a votar los hooligans de cada uno”.
En su discurso de gestión, Diéz exhortó a los suyos a seguir trabajando en la misma dirección porque “muchísima gente se siente huérfana de los políticos, que se siente asqueada de todo lo que está ocurriendo”. También presumió lo que ha crecido el partido – con 6.000 afiliados actualmente- y el aumento de sedes abiertas en toda España.
Solo al final se refirió a los expedientes abiertos por “faltas graves y muy graves” abiertas en los dos últimos años, algunas de las cuales han terminado con expulsión o suspensión temporal de militancia.
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