El 13 %: ésa es la cifra de la disidencia interna a Díez, que le piden cambios en los Estatutos

Era la primera prueba por la que tenía que atravesar el populismo de Rosa Díez, y la pasó por lo grande. No con las adhesiones casi unánimes que se han vivido en los Congresos de otras fuerzas políticas, pero este hecho es resaltado por los dirigentes de UPyD como una prueba formal de la ‘democracia interna’ de la que presume Díez. De los más de 500 delegados asistentes, 341 apoyaron monolíticamente el informe que presentó la propia Díez a puerta cerrada, mientras que sólo obtuvo 57 votos en contra.

Díez se había empleado a fondo en la presentación del informe. Fue la suya una ferviente intervención, en la que hizo un repasó triunfal de los éxitos electorales obtenidos desde la creación del partido -septiembre de 2007- y en la que anunció su intención de continuar en la lucha para regenerar la vida política en general, la democracia y para funcionar de otra manera.

Que no iba a haber complicaciones de interés daba prueba el hecho de que de las 15 peticiones de palabra que se registraron, sólo cinco eran del llamado ‘sector crítico’ –se supone que seguidores del ‘alternativo’ Valia Merino-, por lo que la presidencia del Congreso, tras consultar a los actores, determinó que sólo hubiera diez intervenciones: los cinco críticos que habían solicitado la palabra y otros cinco del sector oficialista.

Hubo reproches a una supuesta falta de democracia interna, o al intento de silenciar a los militantes –lo destacó el propio Merino-, pero los oficialistas pusieron el acento en que este Congreso es un ejemplo de la "limpieza" de la formación, y respondieron a los críticos que el hecho de que todos los afiliados pueden presentar candidaturas alternativas es un ejemplo de auténtica democracia interna.

Una de las críticas se ha centrado en la gestión económica, como que en las cuentas presentadas por el equipo de Díez figuren más de millón y medio de euros en el epígrafe de gastos sin declarar. Esa crítica dolió profundamente a Diez, que retó a acudir a los tribunales a quienes tuvieran intención de acusarla a ella o a su equipo de utilizar dinero del partido sin control: "Que acudan a los tribunales y pongan una denuncia, porque, si no, acudiré yo, y no en nombre del partido, sino como Rosa Díez".

Los críticos, contra el ‘personalismo’ de Díez

Unas horas antes de la apertura del Congreso, el sector crítico que promueve el empresario madrileño Valia Merino Vallina había creído encontrar un punto flaco en la gestión que iba a presentar Díez ante el plenario, e intentaron sacarle punta a través de un comunicado emitido desde Bilbao y firmado por ocho afiliados y tres ex afiliados del partido en Vizcaya.

En el mismo, afirmaban que mantendrían una enmienda a la totalidad sobre el Reglamento, la Ponencia Política y los Estatutos que se debaten este sábado, ya que entienden que su actual redacción refuerza la dirección "personalista" y sin "ninguna democracia" interna que, dicen, mantiene Rosa Díez en su cargo de portavoz.

Ése es el debate de este sábado, a puerta cerrada, y del que no habrá resultados oficiales hasta la noche. Pero la posición de los críticos quedó clara en su comunicado, titulado “UPyD, de la ilusión al fraude”. Dicen los críticos: “Aún sabiendo que jugamos en total desventaja, defendemos una enmienda a la totalidad sobre el Reglamento, la Ponencia Política y los Estatutos, al tiempo que proponemos aplazar el I Congreso, su suspensión por excluyente e ineficaz para el objetivo perseguido y queremos abrir un gran debate, con proyección política a la sociedad”.

Según ellos, muchas personas se afiliaron creyendo en la regeneración democrática que postulaban Díez y el filósofo Fernando Savater, pero que después de dos años, UPyD habría quedado transformado en “el partido de Rosa Díez”, sin posibilidad de contradecir las decisiones de “una dirección personalista”. Personalismo y falta de democracia, ésa es la acusación.

El comunicado iba firmado por los afiliados Magdalena San Vicente, Lydia Brancas, Rodolfo Laiz, Juan Ramón Martín, Iván Ziegler, Pilar Eresta, María Isabel Olmos y Josu Goikoetxea, así como por los ex afiliados Rafael Brancas, Loyola González y Francisco Ruiz.