Madrid, espera

  ¡Que nervios¡ Sí, estamos en vísperas de que se decida qué ciudad será capital olímpica en el 2016, o sea la vuelta de la esquina.

Alberto Ruíz Gallardón ha puesto todas sus naves al servicio de esta empresa sabiendo que las puede perder. Pero el alcalde está convencido de que convertir la capital en sede olímpica es lo mejor que puede hacer, y le puede pasar a Madrid, para dar un salto cualitativo hacía el futuro.

   Soy de las que, aunque no tengo ninguna corazonada, deseo sinceramente que Madrid sea agraciada y se convierta en ciudad olímpica. La ciudad se lo merece y está preparada para acoger unos Juegos Olímpicos y organizarlos con eficacia. Ni Río de Janeiro, ni Chicago, ni Tokio lo harían mejor que Madrid, tampoco peor, pero desde luego no mejor.

   Hasta hace unos días Chicago no aparecía entre las favoritas, pero de repente el presidente de Estados Unidos, Barak Obama, ha decidido implicarse apoyando a su ciudad, la ciudad desde la que ha dado el salto a la presidencia de su país. Así que en Copenhague se encontrará Obama junto al Rey Juan Carlos, Lula y el nuevo jefe de Gobierno de Japón, donde todos ellos desplegarán lo mejor de sus dotes diplomáticas para conseguir llevarse a casa el premio olímpico.

   Pero al decir de los expertos, en la familia popular, parece que la cita de Copenhague también tendrá un efecto directo en la carrera de Alberto Ruíz Gallardón, precisamente porque el alcalde de Madrid ha colocado todas sus expectativas en las Olimpiadas.

   Yo soy de las que creen que Ruíz Gallardón es un político de más largo recorrido, independientemente de que se traiga o no las Olimpiadas, pero también creo que como político su lugar no está en la alcaldía de Madrid.

   Quienes le conocen aseguran que su sueño es llegar algún día al Gobierno de España como poco como ministro, y que lo de los baches y el tráfico le aburren sobremanera aunque se aplique con diligencia a cumplir con su tarea de alcalde. Pero tiempo al tiempo. Ahora lo importante es que se cumpla la corazonada y Madrid se convierta en ciudad olímpica.