En una rueda de prensa en Washington, donde asistió a una cumbre de seguridad nuclear,
Zapatero calificó de "innovador y reformista" el "proyecto de propuesta concreta" remitido a empresarios y sindicatos. Según dijo, el documento cumple su "compromiso" de "mejorar, facilitar los costes a las empresas en las relaciones laborales sin que los trabajadores pierdan derechos". Para ello, admitió que reducir el coste del despido para los empresarios tendrá que hacerse con "recursos públicos", pero agregó que "a nadie debe extrañar" porque en España ya hay "un sistema muy amplio de bonificaciones a la contratación".
El Gobierno pretende "estimular" el contrato de Fomento del Empleo financiando una parte de la indemnización por despido sin que repercuta en el trabajador. De esta manera, la empresa costearía la indemización de 33 días por año trabajado en lugar de los 45 del contrato ordinario y la diferencia sería abonada por las arcas públicas. Esta fórmula es similar a la que ya existe para empresas con menos de 25 empleados en situaciones económicas adversas. En estos casos es la entidad pública Fogasa la que se encarga de sufragar parte del coste y previsiblemente, de llegarse a aprobar la medida, su actuación se ampliaría a los casos de Fomento del Empleo. Esta medida incluida en las propuestas del Ejecutivo de cara a la reforma laboral ya fue adelantada este lunes por el director del Gabinete para el diálogo social,
Alfonso Moró, quien manifestó que para fomentar la contratación estable se podría aplicar "
la exención de una parte de los costes extintivos de los despidos colectivos y objetivos" de manera "transitoria", que sería asumida por el Estado.
Un extra para el déficit
No obstante, aún no se ha especificado a cuánto podría ascender esta nueva factura de indemnizaciones con cargo a las arcas públicas, pero hay que tener en cuenta que el Estado sólo en el mes de febrero desembolsó 2.894 millones de euros -un 10% respecto al año anterior- en concepto de prestaciones por desempleo. Este gasto extra resultaría insostenible, según los expertos consultados, para cumplir con el requisito de Bruselas de reducir el déficit público que requiere un serio recorte de gastos.
Zapatero quiere que esta sea una "vía de entrada de trabajadores y corrija el excesivo volumen" de contratos precarios y temporales. "Para que ese estimulo se produzca queremos facilitar las cosas a los empresarios", argumentó. El jefe del Ejecutivo destacó la "trascendencia" de la iniciativa presentada al diálogo social y confió en que empresarios y sindicatos tengan una "aproximación constructiva" para presentar aportaciones y consensuar una reforma. El modelo, dijo, está "pensado y calculado" para concretar cosas en el diálogo social.
Zapatero insistió en que esta "propuesta para el acuerdo", no sólo "no va a suponer una merma de los derechos de los trabajadores ante una situación de despido", sino que, además, puede "mejorar el funcionamiento del modelo porque facilitará la movilidad". En este punto, se refirió a la propuesta inspirada en el modelo austriaco, otra de las 'patas' de la propuesta, que abriría la puerta a que "el trabajador disponga de una parte de la indemnización por despido como mejor considere y que le acompañe a él y no (esté) directamente vinculada a la empresa".
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