Lo que hizo
Blanco en recientes fechas ha sido un globo sonda. Eso nadie lo duda. Ir dejando caer que en un futuro habrá nuevas subidas de impuestos porque hace falta recaudar aún más para tapar los agujeros. Lo que no ha acertado el Gobierno es en las formas, ya que el ministro de Fomento, casi erigido en vicepresidente económico o ministro de Hacienda, dio argumentos muy molestos para la sociedad. Es decir, dijo que los españoles podrían soportar una mayor presión fiscal porque en España los impuestos están más bajos que en otros países de Europa. Claro que, Blanco, no comentó otro punto fundamental: nuestro poder adquisitivo no es tampoco el de otros países de Europa como Alemania, Francia, Reino Unido...
En todo caso, Blanco ha conseguido enojar a medio país, consiguiendo un éxito nulo en su intentona. Quizás ya sabía que nunca hay buen momento para avisar de una nueva subida de impuestos, pero muchos creen que no lo podía haber hecho peor. No es una sorpresa que ahora ningún grupo parlamentario secunde la propuesta y sindicatos y organizaciones de consumidores expresen su rechazo a una subida de impuestos.
Otro frente abierto por el Gobierno que difícilmente podrá cerrar con éxito.
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