Son palabras de la canciller alemana,
Angela Merkel, a
Rodríguez Zapatero, a finales de abril y principios de mayo: “De este club no se cae nadie”, ahora bien, todos deben respetar las reglas. Fue cuando Grecia entró en crisis y necesitó del rescate europeo. En la UE, los grandes países -como Alemania- pensaron, incluso, en resucitar las ‘dos velocidades’ en la zona euro, pero la idea se rechazó, porque significaría un enorme fracaso en la política de integración europea. Así que la decisión que se tomó fue la de recuperar a Grecia, pero advirtiendo a todos los socios comunitarios de que eran necesarias medidas drásticas en sus economías. Así lo ha sabido diario e-Xclusivo de fuentes muy bien informadas.
De ahí el mensaje de Merkel a Zapatero –un mensaje que la canciller alemana transmitió también directamente a la cúpula del PP-: a España, el mercado –esa cosa difusa que hay que entender, más bien, como los grandes especuladores financieros- la ha metido en el ‘paquete’ de Grecia, Irlanda y Portugal, y precisaba hacer reformas drásticas en el campo laboral, pensiones, etcétera para recuperar la confianza y afrontar la crisis económica.
Así, la decisión de reformar manu militari el mercado laboral, al igual que otras decisiones políticas adoptadas a regañadientes por Zapatero a instancias de la Unión Europea –léase Merkel y
Sarkozy-, pararon el primer golpe e hizo pasar el peligro inmediato sobre la economía española. Pero ahora, tras la caída de Irlanda y la puesta en duda de Portugal, España ha vuelto a entrar en las iras de ese ‘mercado’ y corre nuevamente peligro de rescate.
Las cosas están así en Europa, nos dicen medios asentados en Bruselas, y se mira con especial interés a España, porque nadie duda de que la caída de Portugal arrastraría a España, y nadie duda tampoco de que si España tiene que ser intervenida es el fin del euro. Y eso es lo que se quiere evitar. La consigna actual, por tanto, es clara: hay que salvar a Portugal del rescate a toda costa, no sea que le siga España.
Pero, según esas fuentes, España tiene que hacer más gestos: de ahí que Zapatero haya puesto fecha a la reforma de las pensiones -28 de enero- haya o no acuerdo en la Comisión del Pacto de Toledo. Es algo que le reclama Bruselas y que, además, Zapatero ha entendido que es necesario.
Pese a todo, estas fuentes nos dicen que el momento clave será en la primavera, poco antes del verano, cuando se verá si España puede hacer frente a sus pagos, sobre todo por la enorme deuda de las autonomías.
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