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El gesto de no acudir va mas allá de la propia Cumbre e incide en la escasa atención de España a America Latina

Diariocrítico desde Argentina: impresión muy negativa por la ausencia de Zapatero en la Cumbre

Diariocrítico desde Argentina: impresión muy negativa por la ausencia de Zapatero en la Cumbre

Javier Fernández Arribas recoge las impresiones de los países asistentes a al encuentro

miércoles 01 de diciembre de 2010, 20:03h
Sorpresa desagradable e impresión muy negativa ha suscitado en el seno de la XX Cumbre Iberoamericana la ausencia del presidente del gobierno español. Si bien el rey Juan Carlos es la máxima y mejor representación de España, el gesto de no acudir a Mar del Plata va mas allá de la propia Cumbre e incide en la escasa atención que Zapatero ha prestado en estos años a una America Latina que representa mas de un tercio de los ingresos del PIB español a través de las grandes empresas de todos los sectores de la economía. Por cierto, todos los empresarios que fueron el sábado pasado al conclave de la Moncloa tienen buena parte de su cuenta de resultados dependiendo de America Latina y la ausencia del presidente del gobierno no favorece en absoluto esos intereses nacionales. 
Zapatero no puede competir con WikiLeaks. Ni siquiera su ausencia lo coloca en las aperturas de las portadas de los principales periódicos argentinos, y en pocos de América Latina. Por parte del gobierno argentino no se ha querido hacer ningún tipo de declaración que pudiera rezumar el malestar que produce la decisión de no asistir a la XX Cumbre Iberoamericana de Mar del Plata. La impresión general es de comprensión ante la grave crisis que azota a España y los días difíciles que ha soportado el gobierno con los ataques de los especuladores que han obligado a Zapatero a no contemporizar más y seguir aplicando medidas. Algo que debería hacer de una vez y no con parches que sólo retrasan la decisión que hay que tomar, más allá de ideologías e intereses partidistas y electorales. Los principales periódicos argentinos dedicaban su atención a las revelaciones de WikiLeaks y todo lo relacionado con la presidenta Cristina Fernández… En un tercer plano aparecía la noticia del anuncio del presidente del Gobierno español de no asistir a la cumbre por la necesidad de seguir de cerca la crisis económica y los ataque de los especuladores que se van a responder en coordinación con el Banco Central Europeo. Por fin, la Unión Europea toma medidas como una institución más o menos unida en beneficio de todos sus miembros y no sólo de los alemanes o franceses. El diario La Nación dedicaba más importancia al acto paralelo a la cumbre que va a celebrar el presidente venezolano en Mar del Plata y por debajo informaba de la ausencia de Zapatero. Clarín si otorgaba a la noticia un valor por sí mismo y explicaba con detalles las medidas a aprobar en el Consejo de Ministros del viernes.

En cualquier caso, y reconociendo la gravedad de la crisis en España con los duros ataques de los especuladores en los últimos días, el análisis compartido de diferentes expertos apuntan a que Zapatero podía hacer un esfuerzo y venir a Buenos Aires después del consejo de ministros que aprueba las medidas anunciadas y algunas otras que pueden ser importantes…. Y esa relevancia es la única incógnita porque si no es un error tremendo no acudir a la Cumbre. No se entendía muy bien que el presidente del gobierno español que lleva muchos meses sin pisar América Latina, lo hiciera yendo a visitar al presidente boliviano, Evo Morales, que ya disfrutó en su habitación de hospital de la visita de la recién nombrada ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez. Hay buenas razones para visitar Bolivia pero el presidente del Gobierno podría tejer una agenda de más enjundia en una América Latina que representa más de un tercio del PIB español a través de la actividad de numerosas empresas españolas.

Sin duda, el Rey va a representar brillantemente a España, como siempre, pero el gesto político de Zapatero no pasará inadvertido en un continente que se ha convertido en una solución para los problemas económicos y comerciales de países europeos como España y Portugal.
China está ocupando un lugar importante en las economías latinoamericanas y Estados Unidos empieza a recuperar su interés por el patio trasero. España debería intensificar su presencia, sus lobbys, su interés por América Latina donde Espala tiene a mano un gran potencial de presente y de futuro. Dejar el sitio libre a otros dirigentes ávidos de protagonismo, como el venezolano Hugo Chávez no es la decisión más adecuada y, además, no se refrenda el proyecto de la cumbre sobre Educación para la inclusión social que pretende afrontar en una primera etapa de 11 años el gran problema para el desarrollo y progreso de todos los ciudadanos de América Latina. Sería una pena que este asunto no interesara en España porque la alfabetización, la mejora de la educación, la adaptación a las nuevas tecnología y la atención a la infancia significan un enorme salto cualitativo para todos los pueblos de América Latina, que tiene una media de crecimiento de más del 5%, en los últimos años y que sigue trabajando para lograr una mejor y más justa distribución de la riqueza. En las condiciones de vida de millones de iberoamericanos incide el trabajo profesional de grandes empresas españolas que necesitan el respaldo institucional, incluido algún esfuerzo viajero.







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