Antonio Gutiérrez podría ser 'indultado'

La decisión del ex secretario general de CCOO, Antonio Gutiérrez, de abstenerse en la votación del decreto sobre la reforma laboral ha creado gran malestar en la dirección del Grupo Socialista, cuyo portavoz, José Antonio Alonso, pasó verdaderos apuros este martes para contestar a las preguntas de los periodistas, muy interesados en conocer los pormenores de la conversación que mantuvo con el diputado la vispera del debate.
 
Pero, pese al enfado, en esta coasión su comportamiento 'díscolo' podría quedar sin sanción, según la impresión recogida por este diario a la salida del pleno en el que se debatió el polémico 'decretazo'.  Por lo general, el romper la disciplina de voto en votaciones de transcendencia - leyes orgánicas o decretos importantes como los aprobados estos días- supone una sanción grave que lleva aparejado una multa de hasta 600 euros.
 
Sin embargo, el detalle de que a su llegada al Congreso el propio Zapatero se mostrara respetuoso con la decisión de Gutiérrez - que no milita en el PSOE-,  y el hecho de que hubiera avisado previamente de su intención a Alonso con argumentaciones de 'peso' -"durante años me he dedicado a defender los derechos de los trabajadores y ahora no puede votar un decreto que los recorta ", cuentan que le dijo al portavoz-, puede salvarle de ser penalizado. Además, hay algo más a su favor, que en esta ocasión su voto no era decisivo para aprobar el decreto, como lo era en el anterior decretazo con las medidas de ajuste que fue aprobado por el estrecho margen de un solo voto.
 
Ayer eran bastantes los diputados del Grupo Socialista, en donde la 'lealtad' y la obediencia al partido está por encima de todo,  que le comprendían y que hasta le envidiaban por su 'osadía'. Sobre todo algunos veteranos guerristas y ugetistas a los que el cuerpo les pedía hacer lo mismo y se reprimieron.