Im-presentables del viernes, 25 de junio 2010

Una imprudencia y una falta de respeto

Los usuarios habituales de la estación de Cercanías de Castelldefels reconocían este viernes que cruzan las vías de forma habitual. Alicia, una pasajera que esperaba al tren para llegar a su puesto de trabajo, llegaba a admitir que "es muy frecuente ver a personas cruzar las vías. Incluso personas que entre dos trasladan un cochecito de niño pequeño". Esto es una barbaridad cualquier día del año, pero que suceda justo después de la tragedia que costó la vida a 13 personas y dejó 14 heridos graves es además una im-presentable falta de respeto a las víctimas.

    Este viernes, las flores que dejaron los vecinos en señal de luto habían desaparecido y algunos imprudentes volvían a cruzar las vías como si nada hubiera sucedido, a pesar de que la megafonía recordara que está prohibido fumar en el recinto de la estación y que no se pueden cruzar las vías.

• Practicarán la prueba del ADN a las cuatro víctimas sin identificar

Mil millones de dólares para pedir austeridad a las economías del G-20

1.000 Millones de dólares, ni más ni menos, ha sido lo que lo ha costado a Canadá acoger este fin de semana las cumbres del G 8 y G20, un auténtico despilfarro en los tiempos que corren. Máxime cuando de lo que van a discutir los líderes de los países más desarrollados del mundo y algunos emergentes, y en balde, es de apretarse el cinturón.

Canadá ha puesto toda la carne en el asador para que todo salga bien gracias a un presupuesto desorbitado. Para que se hagan una idea del derroche, el año pasado se celebró en Pittsburgh (EE UU) otro encuentro de los ‘G’, el desembolso apenas llegó a los 18 millones; en Londres, cinco meses antes, el gasto superó los 30 millones.

Buena parte del derroche tiene que ver con la construcción de una kilométrica valla de seguridad de tres metros de altura reforzada con gigantescos bloques de cemento, la instalación de cañones sonoros para dispersar a los manifestantes que siempre acompañan estas citas y la presencia de hasta 20.000 policías y guardias de seguridad.

Pero nada como los dos millones que ha costado el lago artificial y el pabellón que albergará el centro de prensa en el que trabajarán sólo 150 periodistas que tienen permitido el acceso a Muskoka, de los 3.000 que han tomado Toronto.



Diplomacia de hamburguesa

Llevar a Medvédev a tomar una hamburguesa, y que tanto la parte norteamericana como la rusa acepten tal escena diplomática, es de un impacto sin igual. Por si alguien aún no sabe de qué hablamos, aquí está la noticia: el presidente de EEUU, Barack Obama, se llevó a su colega ruso, Dmitri Medvédev, a almorzar a una hamburguesería, en lugar de comer juntos en la Casa Blanca como estaba previsto en el programa oficial. Puede parecer un gesto amable y con ánimos de mejorar las relaciones, sacar sonrisas y restar tensión a las relaciones entre ambos países... pero más bien es un gesto excesivamente propagandístico de una parte de la cultura americana que no debiera representar a toda una nación. EEUU es más que tomar hamburguesas grasientas con ketchup, mostaza, tomate y mayonesa. Extraña, sobre todo, que el ruso Medvédev accediera a hacerse esa foto. ¿Lo hubiera hecho el tan afable, simpático y accesible Putin?


Letizia, víctima de la prensa rosa extranjera

De sobra es sabido que la prensa rosa degeneró hace mucho tiempo a un pseudo-periodismo en el que prima e mal gusto, la ofensa gratuita y la crítica sin argumento. Un campo de cultivo para polémicas y continuos enfrentamientos. Y también es de sobra sabido que la prensa extranjera en esto del corazón suele ser mucho más arrolladora que la nacional, aunque no nos quedemos cortos.

Esta vez la víctima de esa prensa extranjera ha sido nuestra princesa, doña Letizia. La prensa rosa danesa se hace eco aún de la reciente boda de Victoria de Suecia, y para ello se fija en la que considera "extrema delgadez" de la esposa del príncipe Felipe. "La princesa cerilla sorprendió en la boda", la llaman. Con ese ofensivo titular la 'rebautizaron' hace unos días y ahora parece que ha circulado ese apodo hasta ser adoptado por el resto de cabeceras del corazón. A raíz de ello, alimentan rumores más que desmentidos por la Casa Real, y en todo caso, nunca confirmados, sobre "un posible problema de anorexia" de Letizia. Y no se quedan ahí: comentan que aparece en las fotos "enfermiza" y "nada saludable". "Mira esos brazos tan delgados. No puede ser saludable", decía una periodista que firmaba uno de los artículos sobre la princesa española.

• El príncipe de Mónaco se casa con Charlene Wittstock
• Victoria de Suecia dio el 'sí quiero' ante 1.200 invitados
• Letizia deslumbra años después con otro traje rojo espectacular

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Pues gentes que sin duda merecedoras de respeto, que habitualmente se comportan con normalidad, pero que, ocasionalmente, hacen cosas im-presentables. Gentes conocidas, populares, que a veces se ‘pasan' unos cuantos pueblos. Pretende ser una sección amable. Una cosa es ser (ocasionalmente) im-presentable y otra merecer la condena de la sociedad por acciones repudiables y aborrecibles.