Contrato temporal o cómo no morir en el intento de un indefinido

España es líder, con la excepción de Polonia de un dudoso ránking de honor, el de la temporalidad en el empleo. La tasa de este tipo de contrato es la más alta de Europa, un 25,1%, sólo superada por los polacos, que detentan el 26,4% de su mercado laboral copado por este tipo de contratación. Ni Alemania, ni Francia, ni siquiera el tradicionalmente liberal en materia económica Reino Unido, nos supera. Los expertos son escépticos en que el futuro vaya a cambiar la realidad de un país que está siempre en la antesala del contrato indefinido, con un modelo de empleo que no favorece la inversión de los hogares en consumo a largo plazo, como la vivienda, o la puesta en marcha de negocios.

Alemania posee una tasa de temporalidad del 14,8%, Francia del 13,2% y Reino Unido un exiguo 5,7%, según las estadísticas de Eurostat y desde luego, no se han convertido en los campeones europeos del desempleo. De los más de dos millones de empleos destruidos,1,6 millones eran eventuales.Los datos son demoledores: España tiene un índice de paro superior al 20%, el mayor de toda la Unión Europea. La tasa de desempleo entre los jóvenes (de 15 a 24 años de edad) supera el 43%, mientras que la media europea está en torno al 21%. Apenas un 10% (9,92%) de los nuevos contratos son indefinidos.

El Gobierno, sin atreverse a cambiar el modelo de contratos, apuesta porque los acuerdos adoptados en el seno de la empresa sobre la desvinculación de las subidas salariales comunes a todo el sector prevalecerán sobre lo fijado en el convenio sectorial. Pero al igual que ha ocurrido en otras reformas, la clave reside en cómo estas y otras medidas difusas se llevarán a la práctica. "Son líneas de actuación bienintencionadas, pero bastante similares a otras del pasado que no resultaron efectivas", señala Florentino Felgueroso, investigador de la Fundación de Estudios Aplicados (Fedea) y miembro del grupo de los 100 economistas que recomiendan un contrato único para desterrar la temporalidad del mercado de trabajo.
La respuesta articulada por el decreto es que los contratos temporales por obra podrán tener tres años de duración, ampliables otros 12 meses por convenio.

Mientras, este tipo de empleo sigue creciendo al calor de la crisis. El sector de las empresas de trabajo temporal (ETT) ha gestionado el 13,7% del total de contratos temporales realizados en el primer trimestre de 2.010, según el Informe Regional de la Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Temporal (AGETT) del mercado laboral, basado en datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) de ese periodo.

Así, el sector vuelve a crecer de forma interanual, por segunda vez desde hace dos años, aunque en esta ocasión lo hace de una manera significativa, con un aumento del 17,7% interanual.Para Francisco Aranda, presidente de AGETT, “estos datos ponen de manifiesto, una vez más, el importante papel que juegan las Empresas de Trabajo Temporal en la gestión de la temporalidad, siempre causal y justificada. Si en España se permitiera equiparar el trabajo de este sector al del resto de Europa, la tasa de temporalidad en nuestro país dejaría de atender a la ‘mala causa’ y se reduciría, como viene sucediendo en el resto de países de nuestro entorno”.