Griñán pone punto y final a la 'era Chaves' en Andalucía

“Distraer ahora mismo a un partido de gobierno en una época de crisis económica sin razones excepcionales durante no menos de cuatro meses con un congreso extraordinario, creo que sería una locura que los andaluces no iban a entender. Si yo tuviera algún problema, lo diría...No tengo ningún problema de autoridad y no tengo ningún problema de liderazgo en el partido, pero lo que no quiero bajo ningún concepto, y yo lo he pedido también, es que ahora no podemos distraer al principal partido de Andalucía con un congreso. Es que sería una locura, ni hay circunstancias excepcionales ni siento esa necesidad, porque si viera que en algún momento me falta liderazgo en el partido lo diría, pero es que no lo veo, es todo lo contrario”, afirmaba el presidente de la Junta y futuro secretario general del PSOE-A, José Antonio Griñán hace tan sólo seis meses.

¿Qué ha ocurrido para que el proceso se acelere? Por un lado, el barómetro de opinión del IESA que, por primera vez, coloca al PP de Arenas por encima del PSOE de Griñán; por otra, el desconocimiento que los andaluces tienen del presidente de la Junta (no llega al 30%) y en tercer lugar, pero no menos importante,  la contestación que Griñán, un hombre poco  apegado al “aparato” del PSOE, ha sufrido dentro de su propio partido por “históricos” como el presidente de la FAMP y alcalde de Dos Hermanas, Quico Toscano. El ambiente dentro del PSOE andaluz, con la bicefalia de Chaves en Madrid y Griñán en Andalucía, (negada por los miembros de la Ejecutiva, pero admitida por numerosos dirigentes que no sabían a qué atenerse) estaba provocando situaciones nada deseables y tensiones territoriales en el seno del partido que amenazaban con provocar una importante crisis. Griñán será a partir del sábado el cuarto secretario general del PSOE de Andalucía, cargo que hasta ahora han ostentado, por este orden, José Rodríguez de la Borbolla (1977-88), Carlos Sanjuán (1988-94) y Manuel Chaves (1994-2010).

Nueva semana de pasión

Los socialistas andaluces afrontas a partir de hoy una nueva Semana de Pasión para acabar definitivamente con la “era Chaves” al frente del partido. Si hace un año, el Jueves Santo de 2009, Chaves era llamado por Rodríguez Zapatero para formar parte de su Gobierno y abandonaba la Junta de Andalucía tras dieciocho años en el cargo, ahora parece que también han elegido las vísperas de Semana Santa para arrebatarle el último bastión que le ataba a Andalucía, la secretaría general del PSOE-A, que lleva ejerciendo durante dieciséis años desde el VII Congreso, celebrado en Granada en abril de 1994. Griñán no tendrá rivales, y será el secretario general del partido y presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien clausure el sábado el Congreso extraordinario y el que dé la bienvenida a Griñán como nuevo secretario general.

El hasta ahora secretario general del PSOE-A y vicepresidente tercero del Gobierno, Manuel Chaves, se ha visto obligado a ceder para que sea el presidente de la Junta y candidato a sustituirle al frente de los socialistas andaluces, José Antonio Griñán, quien convoque el congreso extraordinario que ponga fin a la bicefalia actual. Y esa "oportunidad" ha sido “cuanto antes”,  es decir siete meses antes de lo previsto y acordado en principio, octubre de 2010, y dos años antes de la fecha oficial, el 2012.

Las prisas de Griñán

El congreso extraordinario será el final de un proceso interno en el PSOE-A que se  inició con la elección de los delegados al mismo, alrededor de medio millar, entre los que los socialistas sevillanos tienen la máxima representación suponiendo aproximadamente el 30 por ciento del total. Primero han sido los cerca de 800 comités locales y luego los ocho comités provinciales quienes han participado en la designación de los delegados. Este congreso extraordinario no conllevará la posterior celebración de congresos provinciales para elegir nuevas direcciones en las provincias. Éstas permanecerán con sus actuales equipos, ya que los congresos provinciales para elegir las ejecutivas sólo se pueden celebrar tras un congreso ordinario, que toca tras las elecciones autonómicas de 2012.

Aunque la ejecutiva federal prefería esperar a que terminara la presidencia española de la Unión Europea, según el ministro de Política Territorial, en Ferraz siempre han dado a la dirección regional "absoluta libertad" de decisión. "Es lo mejor para el PSOE-A", opina Chaves, que está convencido de la "conveniencia política" de que los dos cargos -el de presidente andaluz y el de secretario general- recaigan en una misma persona. Es el momento de "formalizar y consolidar" el liderazgo de Griñán, que para Chaves "fue una apuesta adecuada" porque está demostrando que es "un gran presidente de la Junta". Asegura que la sintonía entre ambos no se ha resquebrajado. "Le di todo mi apoyo y ahora José Antonio Griñán seguirá contando con mi respaldo incondicional", señala el vicepresidente tercero, que cuando ceda el testigo a Griñán se pondrá "a su total disposición".

El sábado, Manuel Chaves, como ocurrió con otros miembros del “clan de la tortilla” como Felipe González o Alfonso Guerra, comenzará a ser historia viva dentro del socialismo andaluz después de casi veinte años al frente de la Junta de Andalucía y dieciséis como secretario general del PSOE-A. Hay quien no acaba de creérselo.

A este relevo tildado de “histórico” por algunos dirigentes socialistas, asistirán, además del presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, cuatro ministros (el de Política Territorial, Manuel Chaves, el de Fomento, José Blanco, la de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia y el de Educación, Ángel Gabilondo), intervendrán también el ex presidente Felipe González, el secretario general de UGT, Cándido Méndez, los ex presidente de la Junta, Rafael Escuredo y José Rodríguez de la Borbolla, la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, los consejeros de la Junta, Carmen Martínez Aguayo, Martín Soler. María del Mar Moreno y Antonio Fernández y, la periodista María Antonia Iglesias, que moderará el debate entre González y Méndez titulado “Retos económicos de la Andalucía del futuro”.

Una ejecutiva joven y renovada

Todo hace presagiar que el congreso extraordinario dará un vuelco a la actual Ejecutiva. El todavía secretario general del PSOE andaluz, Manuel Chaves, ha pedido a la ejecutiva regional que deje manos libres al futuro líder para conformar un equipo "ganador". Griñán, eso sí, deberá respetar los equilibrios territoriales con los que tanto ha jugado Chaves estos años y previsiblemente se deshará de la vieja guardia que acompañaba a Chaves, entre ellos el vicesecretario general y consejero de Gobernación, Luis Pizarro, a quien se da como segura su salida de la nueva Ejecutiva. Sí permanecerá el secretario de Organización, el cordobés Rafael Velasco, quien se configura por su juventud como una de las fuerzas emergentes dentro del partido, así como la consejera de Educación, Mar Moreno, la candidata de Zapatero a presidir la Junta, quien deja su puesto en la Federal como secretaria de Política Autonómica a Gaspar Zarrías y se anuncia la inclusión como presidenta de la  consejera de Cultura, Rosa Torres.

Además de buscar los ya habituales equilibrios territoriales para que cada provincia andaluza tenga su representación conforme a la militancia provincial (Sevilla es la primera y Jaén la segunda en número de militantes), Griñán tratará de  hacer una importante renovación integrando a nuevos valores jóvenes del socialismo andaluz como es el caso del secretario provincial de Huelva, Mario Jiménez, el de Málaga, Miguel Ángel Heredia o los sevillanos Susana Díaz y Luis Nieto...

Todo parece indicar que será un congreso “tranquilo”, presidido por el secretario provincial del PSOE de Sevilla, José Antonio Viera, en el que se aparquen las discusiones entre las diversas familias socialistas. No va a haber, por lo tanto, debate ideológico alguno ni ponencias y reflexión para afrontar los problemas más candentes de la sociedad andaluza como son la situación económica y el paro, sino que se tratará exclusivamente de la renovación de la cúpula directiva del PSOE-A para «consolidar el liderazgo social, orgánico, político e institucional» de José Antonio Griñán.