Las inversiones empresariales en Chile serán "siempre bienvenidas", dijo el presidente chileno,
Sebastián Piñera, después de que
Rodríguez Zapatero dijera que las empresas españolas están dispuestas a emprender una segunda oleada de inversiones en Chile. Según el presidente español, las compañías son conscientes de que sus inversiones hasta la fecha en Chile han sido rentables, de que ese país ofrece seguridad jurídica y de que sus perspectivas de crecimiento son "extraordinariamente importantes".
Además, tanto Zapatero como Piñera coincidieron en que Chile representa una "gran oportunidad" para empresas españolas, que son líderes en sectores como la construcción y la energía. Piñera incluso mencionó otros sectores como las telecomunicaciones, e incidió en que "las empresas españolas son siempre bienvenidas" y en que su país dispensa un trato igualitario a todos los inversores.
En cuanto a las relaciones UE-Chile, tanto el presidente permanente del Consejo Europeo,
Herman van Rompuy, como el de la Comisión Europea,
José Manuel Durao Barroso, destacaron el interés de la Unión de reforzar las relaciones con el país andino, especialmente en materia de comercio y energía. De esta forma, la UE y Chile van a profundizar en el acuerdo de asociación que mantienen desde 2002 y que hace de Chile un "socio muy valioso" para la Unión Europea. Este país será previsiblemente el anfitrión de las próximas cumbres UE-América Latina y Caribe, previstas para 2012.
Esfuerzo para superar el terremoto
Los mandatarios europeos se declararon además "impresionados" por el esfuerzo de reconstrucción emprendido por Chile tras el terremoto del pasado febrero, que causó la muerte a 400 personas. Zapatero valoró especialmente la "serenidad institucional" del país -que cambió de Gobierno pocos días después del seísmo- y subrayó el compromiso del Gobierno español con la reconstrucción y la prosperidad del país.
A ese respecto, Piñera agradeció la solidaridad y recalcó que su Gobierno, el primero de centroderecha tras la restauración de la democracia en Chile, se ha fijado como objetivo no sólo la reconstrucción tras sufrir uno de los cinco terremotos más fuertes de la historia, sino también "lograr derrotar al subdesarrollo y superar la pobreza" en esta década.
Por su parte, Van Rompuy reiteró el compromiso europeo, al tiempo que agradeció a Chile que, a pesar de tener que afrontar su propia reconstrucción, esté contribuyendo decididamente a la ayuda a Haití, tras el terremoto de enero que causó 200.000 muertos. Haití, recalcó Van Rompuy, seguirá necesitando ayuda humanitaria durante al menos un año.
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Éxito de la cumbre UE-Chile
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