"Hemos perdido unas elecciones", empezó por reconocer el aún presidente de la Generalitat,
José Montilla, ante los militantes y periodistas que se agolpaban en la sede del PSC en la barcelonesa calle Nicaragua. Una derrota, dijo, pero sus convicciones "siguen vivas" y con la confianza de los que "quieren escribir su propia historia". "En estas elecciones los socialistas hemos sido derrotados", volvió a reconocer hasta por segunda vez, y
Artur Mas tendrá que formar gobierno, como "se lo he dicho hace unos momentos personalmente" mientras le deseaba suerte para afrontar la grave crisis económica que padecemos.
Acto seguido, el anuncio: "A partir de mañana mismo tenemos que reflexionar", les dijo a los socialistas, sobre el proceso de cambio que representan y para construir una alternativa al nuevo gobierno. "Anuncio", dijo por fin, "que en el próximo Congreso de los Socialistas de Cataluña no volveré a ser candidato" como primer secretario del partido.
Pasó luego Montilla, entre aplausos más bien producto de la histeria que de la alegría, a enumerar las virtudes del PSCE: "Nuestra organización es sólida, portadora de valores", les dijo, para anunciarles que "quiero ser el impulsor y el garante de este proceso" que se va a abrir en el PSC, dado que los socialistas siguen ejerciendo unas responsabilidades de gobierno a nivel municipal y del Estado.
En definitiva, Montilla asumió como propia la derrota electoral y en honor a la verdad, no tuvo más que palabras de agradecimiento para los militantes y simpatizantes socialistas, a los que les pidió que fijen ahora la vista en las elecciones municipales de mayo de 2011.
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