Son movimientos tectónicos, solapados. No vienen en las leyes ni en las decisiones de los Gobiernos. Llegan poco a poco sin avisar. Por ejemplo, la sociedad española ha llegado al límite más bajo de la Historia en la tasa de natalidad. Más dramático es el hecho de que el número de nacidos empezará a ser equivalente al de fallecidos. Todo ello conduce a lo que llamo "sociedad estacionaria". Es un condicionamiento nuevo de otros procesos económicos, políticos y culturales.

Me arrepiento de muchas cosas de mi vida, pero las opiniones vertidas al público en los últimos tiempos las mantengo, pues son sinceras. Por ejemplo, hace algunos meses predije que el movimiento "Podemos" iría subiendo en número de votos, elección tras elección. Podría llegar fácilmente a gobernar si los partidos clásicas no se dieran la vuelta como un calcetín. Nos acercamos a mi vaticinio. Y lo siento. Mis anticipaciones no tienen por qué coincidir con mis deseos. Por otra parte, mis opiniones se basan en el estudio de la realidad. Por tanto no son propiamente "declaraciones".

Aparte de los 130 publicados, tengo docenas de informes y otros textos que no se han publicado, unas veces por la censura, otras porque no encuentran editor, incluso a veces por desidia. He listado siete libros que traté de escribirlos y no los terminé. Cuento la historia en mis "Memorias póstumas" (pueden verse en Neupic). No puede faltar la inspiración, al igual que persisten siempre las ganas de comer. Dado que me dedico a estudiar la sociedad española, tan viva ella, no pueden faltar estímulos para observarla y analizarla. Todos los paisajes son dignos de ser pintados por los pintores. Todas las sociedades merecen la mirada curiosa del sociólogo o del escritor.

Creo que los españoles nos merecemos unos políticos algo más ilustrados y honrados, aunque hay de todo, claro. Por lo menos podrían hablar en público sin leer, dominar el castellano y entenderse en inglés. Organizados como partidos, deberían renunciar a las subvenciones del Estado y a los muchos privilegios que ellos mismos se han otorgado graciosamente y por unanimidad.

¿Cómo no me va a gustar una cosa así? No entiendo esa fijación de los programadores de la radio, que coinciden todos en dar noticias o fútbol a las mismas horas. Tampoco entiendo por qué gritan tanto los informadores deportivos o los que emiten ciertos anuncios. Dado que la radio teóricamente se puede oír en toda la faz de la tierra, me resulta inexplicable que haya que repetir lo de "una hora menos en Canarias". La hora del emisor solo puede ser una. Los receptores ya sabrán cuál es la suya. En la radio, como en los otros medios, hay demasiadas "declaraciones" y pocas opiniones. Las declaraciones son opiniones esclavas del cargo de quien las emite; por tanto, tienen poco interés. Las opiniones son libérrimas.

En los últimos dos siglos todos los Reyes españoles han venido del exilio o han partido hacia él. (Puede que haya alguna excepción; escribo a vuelatecla). Felipe VI es el único que ha accedido democráticamente al trono (en el que nunca se sienta, gracias a Dios). Espero que no tenga que salir para el exilio. Es más, aun en el supuesto de que se planteara una República en España, el mejor candidato para presidirla sería él, a mucha distancia de cualquier otro. Es el primer Rey contemporáneo que puede pasar por una persona culta.

Siempre estoy escribiendo el próximo libro, por la sencilla razón de que continuamente tengo varios en el taller. Tengo varias novelas terminadas a la búsqueda de editor: una sobre la Transición (vista desde Barcelona y luego Madrid; naturalmente autobiográfica). Hay otra sobre la vida de una mujer, desde la guerra civil hasta ahora mismo. También he concluido una novela policiaca, aunque muy distinta de las convenciones del género. Estoy empezando a escribir otra novela sobre el odio.He descubierto que el género novelístico me da más libertad de crítica social. Naturalmente, son novelas "intelectuales", siguiendo a mi maestro Unamuno. He acumulado muchos materiales para escribir un ensayo sobre el futuro tecnológico. Estoy emperrado en un libro sobre la percepción de los españoles sobre los discapacitados. Solo me falta el detalle mínimo de la financiación de la correspondiente encueta. Aparte de esos textos en forma de libro, escribo artículos de cutio sobre lenguaje, asuntos internacionales, etc. No tiene mérito escribir tanto, pues no sé hacer otra cosa.

No comprendo cómo se puede hablar de la relación entre España y Cataluña, cuando la segunda es parte de la primera. Es una cuestión sobre la que no cabe el derecho a decidir. Tampoco cabría, por ejemplo, para decidir que los españoles somos o no europeos. El "problema catalán" se deriva hoy de uno de esos hechos silenciosos que decíamos al principio, A saber, Cataluña ha dejado de ser la locomotora económica de España. Esa primacía ha pasado a Madrid, una extraña capital europea sin río propiamente dicho, lago o mar. El error de los nacionalistas catalanes ha sido basarse casi exclusivamente en la diferencia de lengua. En Europa hay un centenar de lenguas y solo una treintena de Estados. Es más, casi todos ellos ceden cuotas de soberanía para llegar a una especie de confederación europea. Por cierto, asombre que en ese proyecto no esté Rusia.

Syriza es un movimiento auspìciado por Rusia, al igual que nuestro Podemos, su cuate. Grecia saldrá pronto de la Unión Europea para pasar (con Ucrania) a la órbita del nuevo zar ruso, Putin. Grecia ha sido siempre una colonia, desde Roma, el imperio bizantino y luego el turco. Así que no se verá disminuida al pasar a la dependencia rusa. Es lástima que abandone la UE, pues símbólicamente, las palabras "euro" y "Europa" son griegas, igual que "democracia" y otras muchas. La politica de Syriza, como la de Podemos, significa un verdadero desastre para el país respectivo. Significa un nuevo estilo autoritario de estos jóvenes descamisados que son sus dirigentes.

Sin duda. Sería la única persona que podría obtener mayoría absoluta para el PP. El único problema es que resulta una extravagancia en el actual PP. ¡Ah, la envidia!

La Transición ha cumplido su ciclo generacional. (Aquí los regímenes duran 40 años, maravillosa constancia). Se impone un nuevo planteamiento de la política, aunque no habría por que alterar la Constitución. Bastante haríamos con cumplirla. Por ejemplo, que los partidos sean democráticos. La política se debe organizar de otro modo, porque la sociedad ha cambiado lenta pero radicalmente. En mi libro "El cambio que viene" está dicho por extenso. Es esencial que los partidos con representación en las Cortes cumplan el precepto constitucional de representar a "todos" los españoles. No parece que sea una exigencia desmesurada.

Podemos triunfará en Madrid y en otros muchos municipios mientras los partidos, digamos, clásicos no se aten los machos. La debilidad inesperada de Podemos está en que, de forma misteriosa, sus dirigentes andan metidos en corrupciones antes de tocar el presupuesto público. ¡Qué no será cuando tenga la llave del erario! Veremos subir la réplica honrada de Ciudadanos, el único partido que podrá conectar con el PP. Para que prospere Podemos tendrá que fagocitar a IU y al PSOE.

Nunca hubo bipartidismo de verdad. En todo caso se impuso la fórmula de dos partidos y medio. El "medio" era el nacionalismo catalán o vasco. Pero ahora los nacionalistas están desmadrados. Puede incluso que se instale una nueva versión de la fórmula: PP con Ciudadanos frente a Podemos con lo que quede de la izquierda. Lo fundamental es que los españoles dejen de votar a "los suyos" y pasen a dar la papeleta al partido que en cada momento les parezca menos malo.

La igual que se predica es la de los derechos básicos. A partir de ese principio, lo normal es la desigualdad. Es lo que hace que unas personas rindan más que otras o tengan unas u otras cualidades escasas. La monarquía solo se puede defender por un criterio de pragmatismo. La república ha sido un régimen muy raro en España y más bien ha sido un desastre. Por ejemplo, no ha sido posible nunca encontrar un presidente de república independiente de los partidos. La república no podrá triunfar en España mientras se presente como una república de izquierdas. Por lo mismo, sería un error que la monarquía fuera de derechas. Va siendo hora de civilizarnos.

No necesariamente. No es eso lo primordial. En todo caso, el nuevo equipo redactor de una nueva Constitución debería contener también personas (de reconocido prestigio, etc.) que no tuvieran que ser juristas.

Yo no tengo la culpa de que se parezcan, sobre todo en los primeros momentos del nazismo: recogida de la frustración nacional por la crisis económica, dirigentes juveniles descamisados y siempre juntos, dominio de la propaganda, símbolos paganas que sustituyen a la bandera nacional, amor por las concentraciones multitudinarias, estilo autoritario. Hay expresiones comunes como "asalto al poder", cuyas iniciales son las de las temibles SA alemanas. La identidad mayor es la táctica de asaltar el poder mediante el proceso electoral.

Es uno de los nuevos fenómenos de tipo político. Pero lo fundamental es el cambio de la sociedad, las ideologías y mentalidades, el ritmo de una sociedad estacionaria.

No es una pregunta directa y sin ambages, sino una impertinencia. A nadie de la vergüenza ser él mismo, sobre todo cuando esa personalidad se ha forjado en una biografía de mucho esfuerzo, trabajo y dedicación. Ese es mi caso; ignoro si también el de que quien ha formulado la pregunta.

MI casa es realmente una biblioteca donde vivo. No la puedo mantener, aparte de otras obligaciones familiares. Al menos intento vender mi biblioteca, que es seguramente la mejor para estudiar la España del siglo XX. Deseo que se quede en España para que puedan continuar investigando otros estudiosos. De momento no he encontrado comprador, y eso que la ofrezco por un precio muy inferior a lo que me costó formarla. Pero sigo intentándolo.

No creo en una interpretación tan rebuscada. El fenómeno de Podemos es común a varios países europeos, donde surgen parecidos fervores antidemocráticos, autoritarios y antieconomía de mercado. Encuentro que a muchos destacados socialistas y partidarios de IU les resulta atractivo el experimento de Podemos.

Es muy difícil despedirse ante este formado en el que resulta que uno no sabe con quién está tecleando. Supongo que son lectores críticos, leídos y viajados. Me congratulo por ello. Ojalá os haya hecho pensar. Así se previenen las enfermedades degenerativas del cerebro. Vale.