El difícil protocolo de la coronación

Reuniones intensivas de muchas horas entre los servicios de protocolo de las Cortes, de Zarzuela y de Presidencia del Gobierno. Objetivo: llegar a un acuerdo válido y satisfactorio en torno al desarrollo de la ceremonia de coronación de Felipe VI. Parece que uno de los principales puntos en discordia es la presencia o ausencia de los reyes padres, Don Juan Carlos y Doña Sofía, pues parece que el aún Monarca prefiere no estar para no deslucir la ceremonia, que entiende que debe ser protagonizada exclusivamente por su hijo; puede que haya también otros motivos basados en alguna desavenencia familiar, pero esto ni es lo más importante ni debería ser lo decisivo: el caso es que el Ejecutivo cree que la coronación debe incluir al Rey que abdica y al que sube al trono, juntos y bien avenidos, como saben habitualmente presentarse en público. 

Tampoco parece estar cerrada la lista de quienes serán invitados al acto, ni si emitirán algún tipo de discurso ni tampoco otros detalles, como las acreditaciones a los medios, etc. Ya se sabe que el protocolo es el culpable de muchos piques entre los humanos y, así, cabe preguntarse: ¿se debería permitir a algún presidente autonómico, por ejemplo Artur Mas, dar una conferencia de prensa en recinto parlamentario? La solución, el jueves.



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