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El Eurogrupo desbloquea los 8.000 millones de euros para Grecia

La zona euro estudia usar el 'palo y la zanahoria' para lograr el déficit cero en 2016

La zona euro estudia usar el 'palo y la zanahoria' para lograr el déficit cero en 2016

> Muestra su incapacidad para elevar el fondo de rescate al billón de euros como prometió

miércoles 30 de noviembre de 2011, 00:05h
Tras semanas de confusión, de propuesta contra propuesta en medio del tiovivo de los mercados, Alemania y Francia ultiman un plan destinado a remodelar profundamente las reglas de la zona euro para poner fin a la crisis de confianza. La estrategia en estudio es la de utilizar el palo y la zanahoria: Duras sanciones económicas contra los países incumplidores de la 'sacrosanta' austeridad, con el objetivo de lograr el déficit cero en 2016. Como premio, los Estados podrían gozar de la protección casi ilimitada del Banco Central Europeo y una comunitarización de la deuda a través de un mercado de eurobonos, más o menos garantizado por el conjunto de la moneda única.
- Carol Pérez San Gregorio, corresponsal en Bruselas
- Salgado descarta que España acuda al fondo de rescate
La revelación fue hecha ayer de manera sorprendente por la ministra francesa de Presupuesto, Valérie Pécresse, después de días en los que las filtraciones de diferentes globos sonda han creado la confusión sobre los verdaderos planes que subyacen de las conversaciones del presidente francés, Nicolás Sarkozy, y la canciller Angela Merkel para la reforma de los Tratados de la Unión Europea que presentarán a comienzos de diciembre. Según las palabras de la responsable gala,  París y Berlín están estudiando aportar "más disciplina a la eurozona" pero no una Europa de dos velocidades. "La regla de oro es un regreso al equilibrio en 2016", precisó la ministra francesa, quien aseguró que será sobre la base de la voluntad de cada Estado como se asumirá una "trayectoria de retorno al equilibrio".

El capítulo de sanciones ya contempla multas económicas, pero podría llegarse incluso a expulsar a aquellos Estados miembros que, habiendo recibido ayuda financiera de sus socios, sigan incumpliendo los programas de austeridad impuestos a cambio del rescate. Así lo explicó el ministro de Finanzas luxemburgués, Luc Frieden, quien ha defendido que la zona euro necesita "estabilidad y confianza". "Debemos ayudar a Grecia, quizás también a otros estados pero esto debe estar conectado con fuertes condiciones",  dijo Frieden, antes de reunirse en Bruselas con sus homólogos de la zona euro. Si estas condiciones "no son respetadas" por el país rescatado, el resto de socios debe "imponer sanciones hasta el punto de excluir a un estado miembro" de la moneda única, señaló el responsable de las Finanzas del Gobierno luxemburgués.

Podría ser el caso, por ejemplo, de Grecia, que en la noche del martes recibió, por fin, el visto bueno de sus socios europeos para cobrar los 8.000 millones de euros de ayuda internacional que habían quedado en suspenso debido al anuncio fallido por parte de Giorgos Papandreu de un referéndum sobre los recortes europeos. Sin embargo, fuentes comunitarias destacaron que la entrega "no es un cheque en blanco".

La canciller alemana también ha explicado que la prioridad "es llevar a la eurozona, en colaboración con todos los miembros de la Unión Europea, hacia una fundación constitucional más fuerte".  Merkel ha recordado que las reglas de austeridad se han incumplido "en más de 60 ocasiones", por lo que son necesarias "normas vinculantes", algo que no se conseguirá sin cambios en la Constitución. Lo paradójico es que, si tiene éxito la propuesta de establecer como regla de oro obtener el equilibrio presupuestario en 2016, supondrá en realidad un retraso de seis años, puesto que dicho objetivo ya fue fijado en abril de 2007, precisamente en Berlín, y olvidado poco después debido a los rigores impuestos por la crisis económica de 2008.

Mientras tanto, los ministros de Economía de la zona euro volvieron a airear su incapacidad para encontrar formas viables de apalancar los escasos 250.000 millones de euros que le quedan al Fondo europeo de rescate, después de pagar las ayudas a Portugal, Grecia e Irlanda. Asi las cosas, tuvieron que reconocer que necesitarán la ayuda del Fondo Monetario Internacional y del Banco Central Europeo para contener la crisis de deuda si continúa atacando a países de una dimensión como la de España o Italia. "Haremos todo lo necesario", dijo el presidente del Eurogrupo, Jean Claude Juncker.

Por tanto, la UE sigue sin tener recursos por sí sola para afrontar eventuales problemas en países de esa talla, pese a que los ministros pactaron la flexibilización del uso del fondo para facilitar su uso en caso de que un Estado miembro lo solicite. El director del fondo, Klaus Reglin, rechazó dar una cifra: "Es un proceso; ampliaremos la capacidad a medida que los países pidan ayuda y según las condiciones de mercado". De momento, la vicepresidenta económica, Elena Salgado, aclaró que España excluye pedir cualquier contribución europea.

Quien sí tuvo que dar explicaciones fue el primer ministro italiano, Mario Monti, que, como responsable de finanzas, presentó ante sus socios su plan de reformas para cumplir el equilibrio presupuestario en 2013. La Comisión Europea le ha pedido a Italia la adopción inmediata de un plan de ajuste por un total de 11.000 millones de euros, la reforma del sistema de pensiones y la flexibilidad en el despido de trabajadores.

Roma se vio obligada el martes a pagar tipos de un 8% para colocar obligaciones a tres años y de 7.5% para los bonos a 10 años, es decir, tipos similares a los que desataron los rescates de Grecia, Irlanda y Portugal y que se juntan con que Italia tiene previsto un pago de la deuda entre febrero y abril de 150.000 millones de euros.
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