Y subiendo... La deuda
pública ha alcanzado el 75,9% en el segundo trimestre, y el BCE avisó, este jueves, que puede
sobrepasar el billón de euros en un par de años. Ninguno de los grandes países
de Europa ha visto incrementarse tanto su deuda como España en esta crisis. Todos
partían desde niveles superiores al de nuestro país, pero ninguno ha visto cómo
casi se triplicaba la deuda en tan sólo unos pocos años. Desde el 36% del PIB
en que se encontraba en 2007, podríamos llegar a superar en breve el 100%, más
de un billón de euros, si se cumplen los peores escenarios contemplados por el
BCE. Lo que te mata no es la bala, sino la velocidad que lleva.
España comenzó la crisis en 2007 con un envidiable nivel de
deuda del 36%. Según datos de
Eurostat, Alemania y Francia entonces tenían una deuda del 65% del PIB; la de Italia
era del 105% y la de Grecia del 108%. El Gobierno utilizaba entonces este dato
para refutar a los inversores que comenzaban a poner en duda la sostenibilidad
de nuestras cuentas públicas.
Cuatro años después, y según los datos conocidos este viernes, la deuda pública española se situó en el segundo trimestre de 2012 en
el 75,9% del PIB, es decir, más del doble que en 2008, y el nivel de
endeudamiento más alto del último siglo. En solo unos pocos años, la distancia
de más de 20 puntos que teníamos con nuestros principales socios comunitarios
se ha reducido a menos de la mitad. La deuda de Alemania era del 81% a primeros
de este año, es decir, sólo había aumentado 15 puntos, Italia 18, Francia 24;
la nuestra se ha incrementado en 40 puntos de PIB.
Pero lo peor no es eso. La evolución de ingresos y gastos de
la economía española y el nivel de compromisos financieros asumidos hace prever
que el incremento imparable de nuestra deuda nos lleve hasta niveles superiores
al 90% para finales de este año. Y eso si no ocurre nada malo que lo empeore.
Porque, según el último boletín mensual del BCE, conocido ayer, si España
no continúa aplicando nuevos ajustes y
reformas, la deuda se podría disparar por encima del 100% en los próximos años.
"Existe el riesgo de entrar en una senda explosiva de
nuestra deuda" - afirma un experto economista del Estado - "Si al final terminamos asumiendo como deuda
la mayor parte de los 100.000 millones del rescate bancario, eso significaría
añadir 20 puntos de PIB a nuestra deuda en un año. A los intereses actuales,
eso supone unos 10.000 millones al año más en intereses, que se sumarían a los
28.000 ya consignados en los presupuestos de este año".
En esas condiciones, la máxima institución monetaria europea
ha realizado un ejercicio de prevención, y dedica un apartado especial en dicho
boletín a la sostenibilidad de la deuda española e italiana. En el
caso de España, presenta un escenario base que recoge las proyecciones del
Gobierno de este verano para los próximos años, y en el que la deuda toca techo
en el 94% en 2015 y a partir de ahí comienza a moderarse.
El problema es que el propio BCE considera demasiado
optimistas las previsiones en que se basan estos datos, sobre todo teniendo en
cuenta que está en marcha un rescate del sistema financiero de hasta 100.000
millones de euros, de los cuales aún se desconoce cuánto puede terminar
trasladándose a la deuda pública. Por
ello, el BCE realiza unos escenarios de riesgo para calcular hasta dónde podría
desviarse la situación de las cuentas públicas.
De los tres escenarios
hipotéticos contemplados, el más peliagudo es el que contempla una
consolidación fiscal peor de lo esperado, en la que el Gobierno solo consigue
reducir el desequilibrio entre ingresos y gastos en la mitad de lo previsto. En
esas circunstancias, el ratio de deuda/PIB podría alcanzar el 104% del PIB en
2016.
¿Qué supondría
alcanzar un ratio de deuda/PIB superior al 100%?En primer lugar, supondría pagar muchos más intereses al año
por nuestra deuda, del orden de los 40.000 millones al año, que habría que
detraer de otras partidas del presupuesto. Pero además, nos colocaría en una
posición muy complicada sobre todo mientras no seamos capaces de eliminar
nuestro déficit primario (la diferencia entre ingresos y gastos descontando los
intereses de la deuda).
"Aún tenemos 3 o 4 puntos de déficit primario, es
decir, aún descontando lo que pagamos por la deuda, seguimos gastando más de 30
o 40.000 millones por encima de lo que ingresamos" -afirma el mismo experto -
"Eso significa, que con los intereses actuales, en torno al 5%, necesitaríamos
crecer a unas tasas increíblemente altas para comenzar a reducir nuestra deuda.
Italia por ejemplo tiene un stock de deuda alto pero no tiene déficit primario,
y por eso todo lo que crezca por encima del coste de intereses le reduce la
deuda. Nosotros aún no estamos en ese punto". Y encima, un incumplimiento
flagrante del pacto de estabilidad comunitario, que obliga a no superar un 60%
de ratio de deuda/PIB, supondría la exigencia desde Bruselas de nuevos ajustes...
Por tanto, los dos principales riesgos para la
sostenibilidad de las cuentas públicas españolas son la ausencia de crecimiento
y un desvío en el programa de consolidación fiscal puesto en marcha por el
Gobierno.
Lo malo es que, si hacemos caso a los expertos, ese
escenario es cada vez menos hipotético y más posible. Muchos están empezando a
poner en duda seriamente que el Gobierno pueda ser capaz de cumplir el objetivo
de déficit para este año, fijado en el 6,3% del PIB. El propio BCE afirmaba
ayer en su boletín mensual que los datos conocidos hasta la fecha en España
"crecientemente apuntan a un desvío en el objetivo de consolidación fiscal".
Y ahora volvamos a la comparación con nuestros socios, y en
especial con Italia, que comenzó el 2012 en el 123%; pero que, según todas las
proyecciones del BCE, consigue reducir su endeudamiento incluso en los
escenarios más adversos.
En todos los casos, la deuda de Italia podría seguir
estando por encima de la de España, en torno al 110% en 2016, según el
escenario base, frente al 94% de España. El problema es que, recordémoslo, hace
cuatro años la deuda de España era del 35%, y la de Italia, del 105%.