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Montoro tendrá la llave de control del gasto autonómico y De Guindos la empresarial

Rajoy 'rompe' el Ministerio de Economía y hace de Hacienda el eje de la salida de la crisis

Rajoy 'rompe' el Ministerio de Economía y hace de Hacienda el eje de la salida de la crisis

miércoles 21 de diciembre de 2011, 19:52h
¿Qué es lo que ha hecho Mariano Rajoy para enfrentar la crisis con el nombramiento de su equipo de gobierno? Antes que los nombramientos es preciso hablar de la división de carteras. Rajoy ha desgajado Economía y Hacienda en dos, volviendo al viejo esquema de las legislaturas del PP, pero ha puesto una etiqueta añadida que dice, y mucho, de su hoja de ruta para afrontar la crisis. El Ministerio de Empleo, ya no Trabajo, vuelve a vincularse claramente al estado de la Seguridad Social, mientras que Industria también retorna al esquema clásico de vincularse a la Energía y retoma el protagonismo del Turismo. En cuanto al equipo que pilotará esta crisis y su salida, -Luis de Guindos, Cristóbal Montoro, Fátima Báñez y José Manuel Soria-, tiene algo en común: están fuera de la primea línea, pero los tres primeros han conformado junto a Álvaro Nadal, la tríada que ha diseñado el programa económico que se pondrá en marcha.

- Rajoy rompe casi todas las quinielas
La cartera más llamativa es sin duda la de Economía y Competitividad. Y los títulos dicen mucho de la intención del nuevo presidente de Gobierno. ¿Se acuerdan ustedes de aquella reunión que mantuvieron los principales empresarios del país con el ya expresidente Zapatero? Dos veces mantuvieron el mismo encuentro como meses de diferencia, en el que le explicaron que el problema de la empresa española, además del crédito, es el de la competitividad y la salida al exterior. A diciembre de 2011, las empresas siguen teniendo que buscar la financiación externa y sin un plan claro de apoyo a la exportación de la empresa española. Por no hablar del tejido pyme, que tiene el problema añadido de su escaso tamaño para resistir la crisis. Por ello no es casualidad que al ministerio se le haya añadido la etiqueta de competitividad, porque Luis de Guindos va a tener que emplearse a fondo con empresarios y sindicatos para hacer, de verdad, una economía competitiva.

Y el hombre elegido ha sido Luis de Guindos, del que ya hemos hablado en este periódico como ministrable y conocido de Rajoy y Montoro en su etapa con el Gobierno de Aznar (entre 1996 y 2004 ha sido Director General de política económica y defensa de la competencia, Secretario General de Política Económica y Secretario de Estado de Economía). De Guindos es Técnico comercial y Economista del Estado y mantuvo una carrera claramente vinculada al sector financiero después de su paso por la política. Fue socio y consejero de AB Asesores, Presidente para España y Portugal en Lehman Brothers -salió de la firma de inversión justo de que se declara en quiebra y acelerase la crisis financiera mundial y de Nomura Securities, también en dificultades después-, y hasta hoy vinculado a la consultora PricewaterhouseCoopers-, va a tener que afrontar unos Presupuestos generales marcados por el pozo sin fondo del pago de la deuda pública y sus intereses y el desfase entre gastos e ingresos, es decir el déficit. Tendrá que recortar 16.500 millones en 2012 para cumplir con el compromiso de reducción del déficit público, aunque ya hay organismos como Funcas que lo amplían a 40.000 millones y repartir, con un criterio claramente reduccionista, las prioridades de gasto para el país. Y en medio, la crisis galopante del euro, unos mercados que han hecho de las primas de riesgo sus títeres, y una Europa que se rompe por la crisis.

Todo ello con la espada de Bruselas encima, que está marcando la política económica de los últimos años: Rajoy ya dijo claramente en su discurso de investidura que esperará a las previsiones de crecimiento de la Comisión europea para fijar el techo de gasto y la elaboración de los Presupuestos de 2012. De Guindos tendrá que pilotar además la segunda reestructuración del sector financiero, pelearse con sindicatos y empresarios en lo tocante a competitividad dentro de la reforma laboral, y vigilar muy de cerca la inflación de los precios.

Montoro, el amo del gasto y del calabozo autonómico

Montoro repite cartera, pero le gustan los números y cómo cuadrarlos. No en vano es catedrático de Hacienda. En 1999 entró a formar parte del Comité ejecutivo del PP a nivel nacional. Cuando el partido llega al gobierno, Rodrigo Rato le nombró secretario de Estado de Economía. En la VII legislatura fue ministro de Hacienda. Su gestión estuvo marcada por el acontecimiento de la incorporación de España al euro, en 1999, tras haber cumplido los requisitos de la convergencia. Ha sido autor de los sucesivos planes de liberalización económica. Montoro proviene del mundo de la docencia, un sello que le ha marcado en su posterior carrera como ideólogo de la CEOE en el Instituto de Estudios Económicos, como diputado por el Partido Popular y en el Ministerio de Economía. Tras las elecciones de 2004 cesa en su cargo y es elegido eurodiputado en las elecciones de ese mismo año. En el año 2008 fue nuevamente diputado por Madrid, ocupando el cargo de portavoz en la Comisión de Economía y Hacienda.

Así que con este bagaje, Rajoy le ha encomendado la difícil tarea de lidiar el gasto con todas las administraciones públicas. Será el amo del calabozo de autonomías y ayuntamientos ahora que casi toda España es del color del PP; y artífice de la reforma fiscal que sin duda va a acometer, si quiere que la partida de ingresos crezca algo más. A su cargo estará también todo el plan de exenciones fiscales que Rajoy pretende aplicar a pymes, primer empleo y la empleabilidad de los jóvenes.

El caso Gescartera fue la mancha negra en el expediente de Montoro. La desaparición de varios miles de millones de pesetas de clientes de la entidad mantuvieron en jaque tanto al entonces ministro como a su 'maestro' Rato.

El escándalo llevó a dimitir a su sucesor en la Secretaría de Estado de Hacienda, Giménez Reyna y a la presidenta de la CNMV. Tras recibir el apoyo del Gobierno, Montoro y Rato comparecieron para señalar que el Ejecutivo asumió su responsabilidad política con las dos dimisiones y que las administraciones actuaron correctamente en el caso.


Báñez tendrá que repartir desempleo, pensiones e impulsar el empleo

Y todo ello con una Seguridad Social que pierde a chorros el escaso superávit que queda. En sus manos va a estar la principal partida de gasto del Presupuesto de 2012, que se va en pagar desempleo y pensiones.  La joven diputada, miembro del equipo de Nadal y Montoro, responsable de la política económica del PP, será la encargado de escuchar las propuestas de los agentes sociales en el ámbito laboral y de elaborar un nuevo proyecto de reforma laboral para remitirlo al Congreso de los Diputados en el primer trimestre del año, como anunció el lunes el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

Fátima Báñez recibirá la respuesta de empresarios y sindicatos en la primera quincena del año y ,a partir de entonces, se encargará de negociar y redactar la nueva reforma laboral que, entre otras cosas, racionalizará el calendario laboral trasladando las fiestas al lunes más cercano, excepto aquellas de mayor arraigo social. Las prioridades en este ámbito serán reformar la negociación colectiva, de modo que cada materia se negocie en un ámbito territorial o sectorial óptimo para asegurar la competitividad e impulsar la resolución extrajudicial de los conflictos con el fin de hacer más fluidas las relaciones laborales.
Además, la nueva ministra tendrá que buscar el acuerdo de patronal y sindicatos para la puesta en marcha una nueva Mesa de Diálogo Social que elabore un Plan de Empleo Juvenil con incentivos concretos a la contratación laboral, bonificaciones del 100% en las cotizaciones a al Seguridad Social para jóvenes menores de 30 años y una reforma del sistema de formación profesional.
En materia de pensiones, Báñez tendrá que realizar cambios en el sistema para suprimir las prejubilaciones salvo circunstancias muy excepcionales y poner freno a la práctica abusiva de la prestación por desempleo en los últimos años de la vida laboral, tal y como dijo el lunes Rajoy.
El nuevo Gobierno no cambiará la edad de jubilación, actualmente fijada en 67 años, aunque tiene intención de acercar la edad real de jubilación a la edad legal y quiere incentivar la prolongación voluntaria de la vida laboral.
De la misma forma, la nueva titular de la Cartera de Trabajo tendrá que fomentar la compatibilidad entre el cobro parcial de una pensión y la continuidad en el mercado laboral y promover que la prestación sea más proporcional a las cotizaciones efectivamente realizadas a lo largo de la vida laboral.



Soria, experto en turismo...y ex-asesor de Solchaga

Soria, que es la otra gran novedad, llega al Gobierno desde la presidencia del Partido Popular de Canarias, cargo que ocupa desde 1999. Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales y Técnico Comercial del Estado, arrancó su carrera como analista de mercado para Venezuela en la Embajada de España en Caracas, ha sido profesor de Macroeconomía y Economía Internacional en el Centro de Estudios Comerciales de Madrid; fue asesor del Gabinete del Ministro de Economía y Hacienda durante la etapa de Carlos Solchaga; y jefe del Gabinete de la Secretaría de Estado de Comercio, con Apolonio Ruiz Ligero. Dentro de la empresa privada, ha formado parte de los consejeos de administración de Aldeasa, Initec y el Banco de Crédito Industrial.

En Canarias, además de liderar al PP, fue alcalde del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria (1995-2003), presidente del Cabildo insular de Gran Canaria (2003-2007) y diputado autonómico en el Parlamento de Canarias. Entre 2007 y 2010 fue Vicepresidente y Consejero de Economía y Hacienda del Gobierno de Canarias.

Como ministro de Industria, su principal reto será lograr un pacto energético, que permita terminar con los más de 20.000 millones de euros de déficit de tarifa que arrastra el sector. Además, deberá decidir la nueva hoja de ruta de las renovables, que llevan casi dos años aparcada, ante la indefinición sobre cómo será el marco definitivo de primas, tarifas y subvenciones. Y todo ello sin quitar la vista al turismo, que hoy por hoy junto a las exportaciones, son el único motor del escaso movimiento económico.
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