600 personas que salían a medio día del sábado del Congreso tuvieron que esperar una larga cola ante la ausencia de taxis para ir a almorzar a la ciudad. Al parecer, las fuerzas de seguridad municipales -y eso que el presidente del Congreso es el alcalde Zoido- impidieron el libre flujo de los taxistas hasta la zona. Y lo peor es que este domingo una maratón dificultará hasta el máximo el transporte por la ciudad y, especialmente, hacia el congreso que está a la salida de la misma. La sombra del caos ciudadano se cierne sobre el plácido congreso...
|