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Nunca es tarde si la dicha es buena. Una frase tópica pero definitoria de lo que acontece con Isamay Benavente, quien, tras una brillante hoja de servicios a la cultura en general y a la música en particular, ha llegado al Teatro Nacional de la Zarzuela para ponerse al frente de su dirección, siendo la primera mujer que alcanza este importante rango. Ni que decir/escribir tiene que esta experta gestora, que asumió esta responsabilidad hace poco más de cinco meses, también es una gran y sabia aficionada de nuestro género lírico.

Más, mucho más que el acrónimo de JASP. Porque hace tiempo que la polifacética compositora y pianista Lucía Rey se convirtió, a pesar de su juventud, en más, mucho más que una promesa, más mucho más que sobradamente preparada. Con su inquieta creatividad ha abordado multitud y variados proyectos, y ahora tiene uno nuevo y original. Con temas compuestos por ella, como casi siempre en todos sus discos, nos ofrece un extaordinario álbum, 'Nómadas', inspirado en músicas populares de diversas zonas, sobre todo con la mezcolanza de la tradición entre nuestro occidente y el oriente.

Grande entre las grandes. 'Primus inter pares' de la música de raíz... y mucho más. Llevaba mucho tiempo demostrándolo pero le faltaba un golpe mediático, que no de suerte, para que ese su polifacético arte -canta con prodigiosa e inimitable voz, compone, toca la guitarra y hasta baila- que comunica al máximo desde el escenario se extendiera y fuese sobradamente conocido cual merece y que le llegó con el Benidorm Fest del año pasado. Pongamos que se habla/escribe de Karmento, de quién sino con semejante catadura artística. Ahora, esta intérprete -categoría superior a la de cantante- acaba de publicar un extraordinario álbum, 'La Serrana', con el que inicia una gira por toda España cuya primera parada será el próxmo día 23 en el Teatro Eslava de Madrid.

A las puertas de la Semana Santa, La Orquesta y el Vocal Consort BARUCCO de Viena, bajo la dirección magistral de Heinz Ferlesch, ofrecen una interpretación emotiva y fiel al dramatismo realista de la época en la colosal obra del Barroco alemán, "La Pasión según San Juan" de Johann Sebastian Bach, con casi 40 intérpretes en escena (24 músicos y 14 solistas que componen el coro).