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Apertura solemne de las Cortes en su X Legislatura

El Rey pide 'decisión y eficacia' contra la crisis y 'concordia' y 'entendimiento' en las instituciones

El Rey pide "decisión y eficacia" contra la crisis y "concordia" y "entendimiento" en las instituciones

> Sólo estuvieron los Príncipes; las infantas Cristina y Elena, ausentes
> Los parlamentarios de Amaiur y Esquerra declinaron la invitación para participar
> Discurso íntegro del Rey (pdf)>>

martes 27 de diciembre de 2011, 12:43h
Decisión y eficacia, responsabilidad, solidaridad y efectividad han sido las peticiones que el Rey Don Juan Carlos ha realizado en la apertura solemne de las Cortes en su X Legislatura. En su discurso ante los diputados y senadores reunidos en el Congreso, el Rey insistió en su mensaje de Navidad, pero no hizo ninguna mención al caso de Urdangarín. En la tribuna de honor, sin embargo, se notó la ausencia de las Infantas Elena y Cristina, presentes en otros años.
Los mensajes del Rey en esta apertura de las Cortes estaban muy medidos, dando por sobreentendido el discurso que pronunció en Nochebuena, y al que se refirió en el inicio de su intervención ante un hemiciclo aborrajado de diputados y senadores. El rey hizo una referencia muy especial a la primera Constitución Española, la de Cádiz de 1812 que ahora se cumple el bicentenario, y para reafirmar el compromiso de la Corona con la justicia, la igualdad y la equidad; en definitiva, con las bases de nuestro Estado de Derecho. E, igualmente, repitió su "imprescindible homenaje de justicia y reparación a las víctimas del terrorismo".

En cierta forma, el mensaje del Rey en esta apertura de Cortes fue una repetición del mensaje de Navidad, pero con una especial incidencia en la crisis económica y en la consiguiente destrucción de empleo: "En vuestra labor legislativa y parlamentaria sé que tendréis muy presente que todos, diputados y senadores, estáis unidos en la obligación de contribuir con decisión y eficacia a la superación de esta crisis y de sus negativos efectos para los ciudadanos, que  os demandan una actuación responsable, solidaria y efectiva", dijo el Rey.

Pero, en una época igualmente de crisis de valores, también les ha pedido el Rey que contribuyan a "reforzar la confianza en las instituciones", porque "su prestigio está en su correcto desempeño, pero también en la observancia precisa de las normas y los plazos que regulan su composición y funcionamiento".

En ese sentido, el Rey ha pedido a los parlamentarios que cumplan con sus obligaciones constitucionales, reforzando cada día más el Estado de Derecho que "garantiza con seguridad, justicia y equidad los derechos individuales de las personas, la fortaleza institucional y, en definitiva, nuestra convivencia colectiva".



La unidad de todos los españoles

El Rey dedicó la tercera parte de su discurso a reafirmar ante los nuevos parlamentarios la necesaria convivencia entre españoles, fundada en "realidades estructurales y en sólidos principios". Ni una sola palabra a los separatistas de la izquierda abertzale vasca o a ERC, que no estuvieron presentes en el hemiciclo, pero esta parte de su mensaje perifrástico iba sin duda dirigido a ellos.

En ese sentido, el Rey se refirió a los "múltiples y hondos lazos familiares, culturales e históricos que nos unen a todos los españoles, y que se han ido fortaleciendo a lo largo de muchos siglos y generaciones", así como a los "firmes valores que caracterizan lo mejor de nuestra sociedad y que garantizan el espíritu de concordia con que debe desarrollarse siempre nuestra vida en común". Porque estas Cámaras, según Don Juan Carlos, "deben ser un ejemplo de la voluntad de compartir desde el derecho a discrepar".

Y en esta parte del discurso, el Rey pidió que defendieran "la honradez, el esfuerzo y la profesionalidad" con que la inmensa mayoría de los españoles desempeñan su trabajo, viven su vida y sacan adelante a sus familias. "Ese empuje extraordinario de todos", dijo el Rey, "forja la convivencia que hace posible el progreso de cada ciudadano y del conjunto de la sociedad, en un marco de tolerancia".


"Espíritu de grandeza, unidad y solidaridad"

Más explícitamente, el Rey insistió en que "los parlamentarios se deben al conjunto de la sociedad española, desde la diversidad de sus diferentes procedencias territoriales y la pluralidad de sus ideologías, claramente manifestadas en la composición de estas Cortes". Pero advirtiendo claramente que sus "legítimas y particulares concepciones de nuestro marco colectivo de convivencia" deben contribuir a impulsar el "espíritu de grandeza, unidad y solidaridad" con el que los diputados y senadores han de trabajar en todo momento a favor de todos los hombres y mujeres de nuestro país.

En ese sentido explicitó que los ciudadanos de cada una de las Comunidades Autónomas, ciudades y pueblos de España esperan mucho de todos sus representantes y autoridades, y que los partidos representados en estas Cámaras "han escuchado la petición insistente de los españoles a favor de un mayor entendimiento entre sus representantes".

Finalmente, el Rey comprometió nuevamente a la Corona en el servicio permanente de nuestra sociedad y de nuestro país en el marco de la Monarquía parlamentaria, que confirma hoy su compromiso con España, con la defensa de su democracia, su Estado de Derecho, su unidad y su diversidad.

> Discurso íntegro del Rey (pdf)>>
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