El Parlamento Europeo aglutina más poder que nunca en su historia tanto en el plano legislativo como en su peso en el nombramiento del ejecutivo europeo. Por ello, la Eurocámara ha pedido este martes a los jefes de Estado y de Gobierno de los 28 que respeten el resultado de las elecciones europeas de mayo a la hora de proponer al sucesor de José Manuel Durao Barroso al frente de la Comisión Europea dejándose guiar por las propuestas de cada uno de los eurogrupos parlamentarios.
Además,
la mayoría de los futuros comisarios deberían ser elegidos de entre los eurodiputados, según reclama un informe de la comisión de Asuntos Constitucionales del Parlamento aprobado por 18 votos a favor, cuatro en contra y una abstención. Algo que afecta directamente a las designaciones políticas -el PSOE ya ha designado cabeza de lista a
Elena Valenciano-, así como a la posible reestructuración del Gobierno: el ministro de Agricultura,
Arias Cañete, aún está entre los candidatos a liderar la lista del PP y el ministro de Economía,
Luis de Guindos, suena como posible presidente del Eurogrupo, un cargo aún en proyecto para el que se prevé exigir que a su vez el candidato sea comisario y, en ningún caso, ministro.
El
Tratado de Lisboa prevé que sean los líderes europeos los que designen al candidato a presidir la Comisión Europea teniendo en cuenta los resultados de las elecciones a la Eurocámara.
El candidato propuesto por el Consejo Europeo debe después ser ratificado por los parlamentarios.
Pero por primera vez en la historia, cada grupo político -excepto el PP, que lo hará en marzo- ha decidido designar a su candidato para presidir la Comisión:
Martin Schulz para los socialistas,
Guy Verhofstadt para los liberales,
Alexis Tsipras para Izquierda Unitaria, y
José Bové y
Ska Keller para los Verdes. Pero la canciller alemana,
Angela Merkel, ha dejado claro que los líderes no están obligados a respetar al candidato del Parlamento, lo que podría provocar un conflicto de legitimidades.
En su resolución de este martes, el Parlamento subraya que
el nuevo procedimiento "hará que las elecciones europeas sean más importantes, al ligar más directamente la opción que adopten los votantes en las elecciones a la Eurocámara a la elección del presidente de la Comisión".
Los parlamentarios piden al Consejo Europeo que aclare lo antes posible y antes de las elecciones "como tendrá en cuenta las elecciones al Parlamento Europeo y respetará la elección de los ciudadanos al presentar un candidato para la presidencia de la Comisión".
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