Junto a la joven que enseñó sus pechos haciendo topless ante los disturbios en la concentración de Neptuno durante la manifestación del 25-S, Alberto Casillas se ha convertido en el icono de la protesta y la rebelión ciudadana. Se trata de un camarero que impidió que los policías antidisturbios entraran en el local para castigar a los activistas que se refugiaban en su interior. Él ya es un héroe para muchos, pero reniega de tal condición.
En un reportaje aparecido en el portal de información de Yahoo!, el camarero Alberto Casillas pasa del anonimato a una más que posible fugaz celebridad más que merecida. A sus casi 50 años, consiguió parar la ofensiva de los agentes antidisturbios cuando éstos intentaban cargar contra unos manifestantes de la protesta 'Rodea el Congreso', el pasado martes 25 de septiembre, de ahí el famoso 25-S.
Casillas, como el gran Iker, paró el ataque con su cuerpo, exigiendo a los agentes que respetaran su local, considerando a las personas que habían entrado como clientes. La imagen, captada por un fotógrafo que compartió la foto en Twitter (@javijuliophoto), ha sido todo un éxito en foros y redes sociales, convirtiendo al camarero en un héroe ciudadano.
En la entrevista de Yahoo!, Casillas declara que no es un héroe: "No soy un héroe, fue un acto humano; cualquier ciudadano hubiera hecho lo mismo". Desde su local, vio a multitud de jóvenes que se refugiaron en el interior y hasta 8 agentes se acercaron a por ellos. Uno de ellos, que parecía al cargo, dijo: "Entren y procedan a la detención". Fue cuando Casillas les hizo frente y les espetó: "Aquí no van a entrar porque esto está lleno de gente inocente".
En la línea de lo denunciado por muchos activistas e informadores de prensa, los agentes lanzaron amenazas, como habitualmente hacen cuando encuentran oposición o petición de número de placa. De hecho, Alberto fue amenazado con la detención y un amago de agresión: "Ahora, cuando lo pienso en frío, no sé si hubiera hecho lo mismo, pero tenía mucho miedo porque se podría haber producido una turba en el bar que habría dejado un reguero de sangre", confesaba en esta entrevista.
Aunque más que un héroe, casi terminó siendo un mártir, ya que cuando ocurrían los hechos, en torno a las 22:00 horas, otros manifestantes radicales llegaron y comenzaron a lanzar piedras a los agentes, siendo Alberto Casillas alcanzado por una de ellas, provocándole dolores en un brazo que aún tiene. En las imágenes de un vídeo que circula en Youtube se puede ver cómo el camarero pide calma a todos, agentes y manifestantes, que estaban lanzando piedras y otros insultando.
Las imágenes han dado la vuelta al mundo y su mujer y su hija, que viven en Venezuela, le llamaron para felicitarle: "Mi hija me llamó llorando de orgullo; se enteraron por las noticias y tuve que disimular un poco para que no se pusieran más nerviosas".
Lo dicho, un nuevo héroe, que presumiblemente será efímero, pero no por ello pierde nada de mérito su actitud.