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Convención Nacional en Valladolid: Rajoy se enfrenta a una situación de lío y desbandada en el PP

Convención Nacional en Valladolid: Rajoy se enfrenta a una situación de lío y desbandada en el PP

jueves 30 de enero de 2014, 13:49h
Este viernes comienza en Valladolid, el centro secular -junto con Burgos- de la gran derecha española, una Conferencia Nacional del PP que debería servir de pistoletazo de salida  para las elecciones europeas del 25 de mayo. Pero las ausencias son más sonadas que las presencias y Rajoy, y su número dos, [De] Cospedal, se enfrentan a una de las más complicadas situaciones de lío y desbandada que se recuerdan -desde la 'Operación Reconquista', con Fraga- en el partido de la derecha española. Desde Aznar a Mayor Oreja, ausentes, hasta Ortega Lara y Vidal-Quadras, escisionistas, Rajoy tendrá serios problemas para rentabilizar mediáticamente su aparición espontánea.
María Dolores [de] Cospedal ha echado el resto para esta Conferencia Nacional de tres días en la que los populares, aún oficialmente sin cabeza de cartel para las europeas del 25 de mayo, quieren utilizar como inicio de campaña por todo lo alto. Pero les han aguado la fiesta: el último jarro ha sido la peineta que José María Aznar le ha hecho a Rajoy y a la Convención, similar a la también realizada por Jaime Mayor Oreja, además del lanzamiento de un documento por la FAES sobre el secesionismo catalán que, aunque es conforme con las posiciones de Rajoy, va mucho de lo que desearía el líder popular. Al igual que en el tema de ETA.

En definitiva, este viernes se inaugura en Valladolid una Conferencia en mitad de una situación de lío y desbandada en el PP, al que se le está yendo la gente por su ala más conservadora. Los primeros fueron, ya es sabido, José Antonio Ortega Lara, el filósofo González Quirós y especialmente el dirigente vasco Santiago Abascal, que fundaron VOX, un nuevo partido político que competirá electoralmente y le quitará votos al PP. VOX llevará sin duda en los primeros puestos de su lista al también ex dirigente del PP catalán Alejo Vidal-Quadras, que se despidió de Rajoy con un vídeo que no tiene desperdicio, en el que hablaba de su ex partido como de un "rebaño flanqueado por mastines".

Grupos menores, como una denominada 'Corriente Reformista', formada por militantes nucleados inicialmente en Granada, pero extendida luego a otras poblaciones como Madrid, han enviado cartas devolviendo el carné a la secretaria general, Dolores [de] Cospedal, que no ha podido responder adecuadamente ante el aluvión de informaciones que se le vinido encima y que sitúan a su marido, López del Hierro, en el ojo del huracán por contratos de asesorías poco aclaradas. El affaire que ha querido sacar CCOO sobre López del Hierro ha llegado en el peor momento para la 'número dos' de Rajoy en el PP.

Porque, aunque está desbandada en el PP se está producido en los últimos días -todo tiene que ver con las elecciones del 25 de mayo- lo cierto es que el lío interno que tiene Rajoy en su partido es mucho mayor, viene de meses atrás y afecta a todas las "alas" del PP, sobre todo, de su electorado.

La derecha tira al monte

A nadie se le escapa que el primero que abrió la brecha fue Aznar, que ya en mayo de 2013 le dijo a Rajoy que estaba haciéndolo todo mal y que no se fiaba de él. No sentaron bien esas palabras y cuando Aznar presentó su libro, por toda representación del Gobierno y del PP asistió nada más que el secretario de Estado para las Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón. Era la respuesta de Rajoy a Aznar, y ahora Aznar le ha re-respondido a Rajoy: no asiste a la Convención Nacional porque se va a de viaje.

La peineta de Aznar ha venido en un tiempo en el que corren vientos de seria discrepancia interna de los 'barones' territoriales con Rajioy y su ministros más conflictivos -léase Wert, Gallardón, Mato y Montoro, sobre todo-: líderes territoriales tan destacados como el gallego Núñez Feijóo, el extremeño Monago, la 'lideresa' madrileña Esperanza Aguirre (siempre en su plan de 'verso suelto'), el valenciano Fabra, y el madrileño Ignacio González (éste, en medio de una una tremenda pelea con los tribunales, por un lado, y con el ministro de Hacienda, Montoro, por otro).

Vamos, que se podría llamar la 'rebelión de los notables' del PP y que puede ser tan seria que llegaría hasta a la negativa a aplicar medidas aprobadas por el Gobierno de Rajoy, tales como el copago hospitalario, o incluso la LOMCE, más conocida como 'Ley Wert'. Es más, hasta la propia [De] Cospedal se ha negado a aplicar el copago sanitario que ha marcado la ministra 'globera' (de globitos gürtelianos) Ana Mato.

Estos no se rebelan por escisión, como Abascal o Vidal-Quadras, pero sí por discrepancias con el aborto de Gallardón andan sublevados otros dirigentes del PP, como, por poner nombres, la propia Celia Villalobos y algunos de los antes citados. Es decir, que mientras a Rajoy se le escapa por el extremo una derecha muy dura, por el lado conservador-moderado (lo que en el PP se llama 'centro' desde los tiempos de Fraga) también se le está produciendo una reacción negativa por medidas como el copago hospitalario, la Ley del Aborto, el IVA cultural y la subida de impuestos, entre otras muchas cosas.

La mala influencia en el electorado

Pero lo que más teme el PP no son ni las discrepancias ni las escisiones, sino la imagen de esta situación en su electorado a apenas unos meses de los primeros comicios a los que tiene que enfrentarse Rajoy tras su victoria hace 26 meses. Según las encuestas que maneja el propio PP, pero también el PSOE, una parte de ese electorado que le votó en 2011 se siente engañado por el incumplimiento flagrante de las promesas electorales que hicieron, y además han visto derrumbarse dos mitos: ni es verdad que el PP sea un partido unido ni tampoco que sepan gestionar mejor la economía.

Por si fuera poco, las políticas Merkelianas de Rajoy han enemistado al PP con todos los colectivos sociales y profesionales: con las mujeres (52% de la población) y los pensionistas (más de 8 millones de personas), los jueces (todo el colectivo está contra Gallardón), médicos (especialmente en Madrid), profesores (en toda la geografía nacional), empleados públicos (en toda España)... y naturalmente el colectivo de los trabajadores por cuenta ajena y autónomos. Además, claro está, de la mayoría de los contribuyentes, con la única excepción de los grandes defraudadores, encantados de ahber conocido a Rajoy y su amnistía fiscal.

Nerviosismo y respuesta... la Convención Nacional

Así las cosas, los dirigentes del PP no ocultan la gravedad de la situación ante la apertura de un campo electoral fundamental: europeas en mayo, pero un año después las determinantes municipales y autonómicas. Para intentar frenar esta sangría es para lo que se ha diseñado la Convención Nacional de Valladolid, pero una sola persona, Aznar, les ha chafado el marketing... y, ya puestos, hasta el merchandising .

Aún así, la responsable del acto de parafernalia de Valladolid, [De] Cospedal, ha iniciado una campaña mediática y ha afirmado en los Desayunos de TVE que "cumplir con nuestra responsabilidad es tomar decisiones que muchas veces no gustan" (sic), o que "es el primer año de la crisis donde el paro, tanto en términos de EPA como en términos de paro registrado, es menor que el año anterior" (sin explicar, claro está, que mucha gente se ha ido de España y otros ni se apuntan al paro porque ¿para qué?), o en que "el PP y el Gobierno tienen la misma política antiterrorista que ha tenido siempre: poner la defensa de las víctimas en el frontispicio de toda la política antiterrorista" (algo que le desmienten desde Ortega Lara a gran parte de COVITE pasando por la propia FAES).

Así las cosas, [De] Cospedal ha conseguido cerrar por fin la convención de Valladolid con un plantel que incluye debates en las comisiones de "España, sociedad del bienestar" (coordinador, el incombustible Javier Arenas); "España, una gran nación" (por Esteban González Pons); los 'Diálogos sobre España', con "España Plural", entre José Manuel Barreiro y Arantza Quiroga; "Una nación segura", con el místico Jorge Fernández y Juan José Imbroda; "La reforma laboral", con Fátima Báñez y Andrea Fabra (la hija de Fabra), o, en fin, "El valor del parlamento", con el portavoz, Alfonso Alonso e Ignacio González.

En la jornada del sábado, más trabajos en comisión, con presencias estelares como las del apparatchik Rita Barberá, Iñigo de la Serna, Carlos Floriano, Ana Pastor, Rudí, Montoro, Sánchez Camacho, Ana Mato, Núñez Feijoo, el vasco Iñaki Oyarzabal... y el recuerdo final por las víctimas del terrorismo. Y luego, claro, las intervenciones 'a pelo': del Vicepresidente del Gobierno de Italia y del de Portugal, junto a los duetos Luis de Guindos-Esperanza Aguirre; García Margallo-José Antonio Monago; Ruiz-Gallardón-Juan Ignacio Zoido; José Manuel Soria-Alberto Fabra, o José Ignacio Wert-José Ramón Bauzá.

El domingo, la gran clausura con las intervenciones del presidente del PPE; de [De] Cospedal, leyendo el Manifiesto Electoral, y el cierre estelar de Mariano Rajoy. Será a las 12.00, la hora del Ángelus.

 
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