Los líderes de los partidos gobernantes de Italia siguen sin dar su brazo a torcer ante las presiones de los mercados financieros y la UE, y las críticas del órgano de control presupuestario del Parlamento. Ayer dijeron que no darían marcha atrás en los planes para aumentar el gasto y el déficit público. Mientras tanto, según fuentes de la UE, los supervisores bancarios europeos han aumentado sus labores de vigilancia de los niveles de liquidez en los bancos italianos tras el fuerte aumento en los rendimientos de la deuda pública del país, aunque apuntan que no hay motivo de alarma.
La monitorización se está llevando a cabo "más intensamente de lo habitual" debido a la agitación en los mercados en los últimos días. Las comprobaciones afectan tanto a los depósitos de los clientes como al mercado interbancario que los bancos utilizan para prestarse entre sí sin solicitar garantías, aunque "no se han detectado señales de alarma". El BCE, junto con los supervisores nacionales, examina regularmente las condiciones de liquidez de las entidades de crédito y realiza ajustes en sus tareas de vigilancia, incluidas la frecuencia y la profundidad, durante períodos de estrés o volatilidad del mercado. Los bancos italianos son vulnerables a los problemas de deuda soberana.
Tienen alrededor de 375.000 millones de euros en bonos nacionales y el aumento en los rendimientos afecta a sus niveles de capital. También en EE.UU. los rendimientos de los bonos del Tesoro subían ayer, manteniendo la tendencia de las últimas semanas, tras unos sólidos datos económicos que refuerzan las expectativas de varias subidas de los tipos de interés en los próximos doce meses.
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