Los expertos abogan por incentivar a los no vacunados en vez de obligarles a recibir el suero

Según los cálculos del Ministerio de Sanidad, en España quedan aproximadamente unos 4 millones de personas (mayores de 12 años) sin vacunar y dada la situación actual del virus en España y en Europa, muchos piden obligar a la vacunación o la implantación del pasaporte covid.

En España la vacunación no es obligatoria y desde Sanidad han rechazado dicha medida. Con la incidencia al alza, las Navidades a la vuelta de la esquina y ante el temor de volver a vivir restricciones, gran parte de la población carga contra los no vacunados.

¿Es mejor obligar a que se vacunen? Hace pocos días, Luis Enjuanes, experto en vacunas del CSIC, generó polémica con sus palabras al instar a las autoridades a no atender a los enfermos de covid que se hayan negado a vacunarse y obligarles a hacerse cargo de sus gastos médicos. Palabras que fueron criticadas y alabadas a partes iguales.

Enjuanes subrayó que la 'pandemia' actual es la de los no vacunados y señaló que "si ellos no colaboran con la sociedad, que la sociedad no colabore con ellos". Manifestó su idea de limitar enormemente las posibilidades, tanto laborales como sociales, de todo aquel que rechace inocularse la vacuna.

Más pedagogía para atraer a los no vacunados

Otra visión distinta tiene Daniel López Acuña, epidemiólogo y ex colaborador de la OMS. Acuña ha explicado en RTVE que la mejor estrategia para atraer a esos casi 4 millones de personas es la "pedagogía".

Ha coincidido con Enjuanes en que no vacunarse ahora mismo es una "irresponsabilidad social y sanitaria", pero considera que es contraproducente cargar contra ellos y ha animado a emplear la pedagogía para lograr que se vacunen.

Ha destacado que "solo el 4-5% de la población" rechaza vacunarse por diversas causas, unas razones con argumentos "poco sostenibles". Cifras que, en su experta opinión, resaltan que existe un amplio porcentaje de la población con la que "se puede trabajar" para completar la vacunación, ha matizado.

Por ello considera que es muy importante realizar esta tarea con pedagogía y no desde la perspectiva de más restricciones, pues podría generar el efecto contrario al deseado.

Sobre la medida de emplear el pasaporte covid como forma de acceso a multitud de actividades ha puntualizado que "no va a ser la solución clave para frenar los contagios", pues el 80% está ya vacunado, por lo que ha insistido a respetar las medidas básicas como la mascarilla, la distancia de seguridad y evitar aglomeraciones.

Medidas adecuadas en los lugares con mayor riesgo de contagio

Por su parte, el presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV), Amós García Rojas, aunque también coincide en que hay que animar a los no vacunados a administrarse el suero, rechaza la posición drástica de Enjuanes porque sería "entrar en una espiral complicada".

Ha puesto el ejemplo de que, en ese caso, se tendría que rechazar tratar "a los que fuman", por lo que ha recomendado que la solución sea más pedagógica. Ha ensalzado la alta tasa de vacunación en España y considera que lo mejor sería implementar una serie de medidas en los sitios con mayor riesgo de contagio, como son "los espacios cerrados y poco ventilados".

Ha subrayado que la mayoría de no vacunados no son negacionistas, sino jóvenes menores de 40 años que "no tienen percepción de riesgo" y otro pequeño porcentaje que tiene cierto miedo a la vacuna. En ambos casos ha instado a emplear una estrategia de enfoque pedagógico para incentivar a ambos grupos a la vacunación y que lo vean como la mejor opción. "Potenciar la ciencia y frenar la inconsciencia", ha remarcado.