Ingrid Betancourt: “Sigo encadenada a un árbol en la selva”

Ingrid Betancourt afirmó que nunca más quiere volver a ser política, que se dedicará a la defensa de los derechos humanos en todo el mundo, y que por ahora no volverá a Colombia, porque “existen problemas de seguridad, muchos. El nivel de riesgo es muy alto y no quiero arriesgarme; ni por mi familia ni por mi país”.

Agregó que seguirá trabajando "día a día" hasta que sus compañeros de cautiverio sean liberados porque, según reconoció emocionada, “nuestros corazones siguen encadenados a los árboles de la selva, y seguirán estándolo mientras el resto de nuestros compañeros no vuelvan a la libertad”.

La ex rehén de las Farc hizo estas declaraciones en una concurrida rueda de prensa en la Casa de América, en Madrid, con motivo de la presentación del libro titulado 'Infierno Verde', de su compañero de cautiverio Luis Eladio Pérez, que también recuperó su libertad tras varios años de secuestro.

"Es cierto que estamos muy felices por nuestra liberación, pero también es muy cierto que nuestros corazones siguen encadenados a los árboles de la selva, y seguirán estándolo mientras el resto de nuestros compañeros no vuelvan a la libertad, porque no se puede gozar plenamente cuando se sabe que otros siguen allá", indicó la ex candidata a la Presidencia de Colombia.

En sus palabras introductorias, Betancourt afirmó que los "afortunados" que ahora están en libertad tienen el deber de dar testimonio de lo vivido en cautiverio, y una buena muestra de ellos es el libro escrito por el senador en colaboración con el periodista colombiano Darío Arizmendi.

"Debo reconocer que no he sido capaz de abrir el libro. Admiro a Luis Eladio por su fortaleza para escribirlo, porque confieso que a mi todavía me falta esa fortaleza para hacer algo parecido", indicó la ex candidata, que en varias ocasiones debió parar su intervención emocionada.

Otra de las reflexiones que dejó Betancourt fue el tema de los "muchachos" que están en las filas de la guerrilla y que tenían como misión impedir que los secuestrados se fugaran. "Hoy yo estoy libre pero ellos no. Siguen encadenados, siendo esclavos de los comandantes y en realidad son mucho más prisioneros que nosotros", advirtió.

De hecho, reveló que estando en cautiverio tuvo tiempo de ver cómo eran y cómo vivían esos jóvenes guerrilleros, y reconoció que muy probablemente si ella hubiese nacido como ellos, con sus mismas circunstancias y problemas, "de pronto" también habría caído en el mismo error que ellos.

Betancourt pidió a las FARC que entiendan que hay un espacio para ellos en Colombia, para vivir como colombianos y luchar por sus ideas para transformar el país en un sitio mejor. "Pero tienen que escoger, porque no hay espacio para quienes sigan practicando el secuestro o usando el narcotráfico para financiar su guerra", indicó

"La única manera de actuar es hablando. El valor de la palabra es muy importante. Lo que quiero hacer es hablar, hablar y hablar, hasta que haya un cambio en los corazones de los comandantes guerrilleros, que entiendan que hay otra forma de cambiar el mundo, pero que la guerra y la violencia no es el camino".

La ex candidata enumeró las principales pérdidas que tuvo durante sus seis largos años de cautiverio, fundamentalmente a su padre y la infancia de sus hijos, pero también las "cosas que tenía que perder", "mucha bobada, mucha impaciencia". "La selva es un ejercicio de depuración espiritual", explicó.

Por su parte, el senador Pérez afirmó que sería "inhumano" que los que han logrado la liberación, ya sea por medio de una negociación como en su caso o gracias a una operación militar como en el de Ingrid, ahora se olvidasen de los compañeros que todavía siguen secuestrados.

Es más, afirmó que no sólo hay que acordarse de la treintena de personas consideradas "canjeables" que aún están en poder de las FARC, sino de los entre tres mil y cuatro mil colombianos que a día de hoy siguen encarcelados en el país por motivos políticos o extorsivos, "una auténtica tragedia".