Cien policías españoles en extrema precariedad en Mauritania

Según José Manuel Sánchez Fornet, “puestos en contacto con compañeros en Mauritania, y ante la dantesca situación que nos describen, la Comisión Ejecutiva Nacional [del SUP] ha encargado al secretario general del sindicato en Las Palmas que organice el traslado de un cargamento de emergencia, alquilando avionetas particulares, en contacto con Cruz Roja o con los medios que sean precisos, abonados por el sindicato si es necesario, para trasladar elementos como literas, duchas portátiles, bocadillos, agua, ropa, tiendas de campaña, etcétera a los policías que prestan servicio en Mauritania en situaciones calamitosas”.

Según ha afirmado Sánchez Fornet a Diariocrítico, en el puerto de Noadhibu (Mauritania), donde permanecen los 334 inmigrantes que iban hacinados en el ‘Marine I’, se encuentran en la actualidad alrededor de cien policías españoles durmiendo “entre cartones” y apenas sin comer. Sus condiciones, según Sánchez Fornet, son tan lamentables que el propio sindicato (el SUP, mayoritario en Cuerpo y el más creíble) va a fletar avionetas para mandar ‘ayuda humanitaria’ a nuestro propios policiales.

Una situación realmente tan dantesca, que Sánchez Fornet ha remitido una durísima carta al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, en la que, entre otras cosas, le comunica que “cuatro días, cuatro, llevan numerosos miembros de las Unidades de Intervención Policial durmiendo en los coches o en el suelo, sin ropa, con escasa comida (bocadillos cuando se consiguen), sin aseos, y con menos información que los soldados en la guerra. Nadie sabe nada de nada. Nadie les dice si van a estar allí una hora, un día, una semana o un mes”.

Añade Fornet que “podemos calificar el dantesco servicio que están prestando miembros del CNP en un país extranjero, Mauritania, por razones que desconocemos, donde no tenemos carácter de agentes de la autoridad”.

El SUP relata la "improvisación, falta de organización, desastre y chapuza” que se ha cometido con los policías españoles mandados a Mauritania: “La misma situación atraviesan 30 miembros de la Unidad Central de Expulsiones y Repatriaciones que viajaron el viernes para, según sus mandos, volver el sábado, por lo que viajaron sin muda de prendas de vestir. El domingo les dijeron que volvían el lunes por lo que dejaron la habitación en el único albergue existente, y como no salieron de allí se sumaron a los miembros de las UIPs durmiendo en el suelo o en algún coche. Desde las seis de la mañana de ayer están trabajando de manera ininterrumpida”.

Al parecer, este martes se plantea que miembros de las UIPs de Valencia desplazados a Sevilla viajen a Mauritania, de allí a Nueva Delhi y Pakistán, y estos últimos, sin bajarse del avión, de vuelta a España: más de 35 horas ininterrumpidas de viaje.

El SUP informa que el pasado sábado se pretendía que viajaran hasta Mauritania miembros de la UIP de Valladolid que estaban en Sevilla, “pero al exigirse garantías sanitarias resultó que ninguno estaba vacunado. Y todo ello, sin que nadie les dé la más mínima explicación sobré previsiones de regreso, aunque cuando se consulta con responsables de la dirección en Madrid sí que tienen alguna idea al respecto, pero no se traslada a quienes trabajan en las condiciones antes expuestas”.

Ante esa situación extrema, el SUP le dice al ministro lo siguiente: “En vista de ello, desde hoy y siempre que exista alguna duda respecto a la duración de una operación en el extranjero, sobre las medidas sanitarias adoptadas o sobre cualquier circunstancia que sea distinta a la prestación de un servicio policial dentro de la normalidad, aconsejaremos a los miembros de las UIPs o de las unidades relacionadas con la expulsión de inmigrantes que no realicen el desplazamiento sin garantías, que se nieguen a hacerlo y que informen de ello al sindicato”.

Los policías no rechazan, más bien aplauden, que “por elemental razón humanitaria” se organice un hospital de campaña para atender a los inmigrantes, pero al mismo tiempo “exigimos la adopción de las elementales medidas de asistencia logística para policías que están en el extranjero extralimitándose en el uso de su condición profesional, que no ostentan fuera del territorio nacional. No somos policías en Mauritania sino turistas españoles colaborando con un problema en un país vecino. Nadie nos puede dar una orden ilegal porque no tiene jurisdicción en otro país y menos sin prever que los policías dormimos, comemos, bebemos y tenemos elementales necesidades físicas que nos negamos a realizar hombres y mujeres en medio de un campo porque los responsables de turno no han sido capaces de organizar una elemental logística de campaña”.

Y avisa categórico Fornet: “La próxima vez que se plantee una actuación como esta, que algún responsable político decida enviar policías al extranjero, si no existen garantías de condiciones de prestación del servicio adecuada aconsejamos que no se realice el servicio”. Porque, en definitiva, “estamos hartos de ‘razones de Estado’ para encubrir incapacidad de algunos mandos, siempre los mismos, que tratan a los policías como si fuesen legionarios de un país en guerra”.