Los princicipales funcionarios argentinos con influencia sobre la economía se reunirán el martes para evaluar el impacto de la crisis financiera internacional, dijo Sergio Massa.
El encuentro se produce en momentos en que se manejan variables en la política económica para minimizar el golpe de la crisis, especialmente por el eventual efecto en el superávit presupuestario y en el comercial de la fuerte caída que sufren los precios internacionales de las materias primas agrícolas.
Massa dijo el martes que el encuentro busca "hacer un segumiento para que la situación internacional no nos afecte en lo local. El objetivo es hacer valer la robustez de la economía argentina".
El Gobierno asegura que frente a la crisis internacional el país tiene sólidas defensas como un elevado superávit fiscal primario, una balanza comercial favorable, un tipo de cambio competitivo y una economía en fuerte expansión desde el 2003.
Sin embargo, la fuerte caída de los mercados globales por la crisis financiera nacida en Estados Unidos ya implicó en lo que va del año un retroceso superior al 30 por ciento en el índice de acciones líderes Merval y un derrumbe de los bonos nacionales.
También generó temores sobre la posible pérdida de mercados de exportación para Argentina ante un recorte en la demanda por la desaceleración económica global.
Massa, quien encabezará el encuentro, dijo que participarán el ministro de Economía Carlos Fernández, el jefe del ente de recaudación impositiva Claudio Moroni, el titular del ente que administra el pago de pensiones, Amado Boudou, y el secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino.
Argentina transita su sexto año de fuerte crecimiento, pero una elevada inflación junto con la caída de los precios de las materias primas, especialmente del principal cultivo de exportación -la soja- comenzó a encender luces amarillas sobre las perpectivas económicas.
El sector agropecuario argentino se encuentra en medio de una protesta contra el Gobierno en reclamo de medidas para el sector, fundamentalmente una rebaja en los impuestos a las exportaciones.
Y la Unión Industrial Argentina (UIA) pidió en un comunicado el lunes una reunión "urgente" con el jefe de Gabinete "con motivo de la profundización en la crisis financiera internacional y dada las implicancias que la misma tendrá en la economía nacional".
La UIA quiere "evaluar en forma conjunta alternativas para minimizar el impacto de la crisis y su efecto en las cuentas fiscal y comercial, en la política cambiaria, el empleo, la producción y el nivel de actividad económica".
En medio de los nervios del empresariado local reapareció en la escena púlbica el ex presidente Néstor Kirchner, esposo de la primera mandataria Cristina Fernández, que es visto como un "ministro de Economía en las sombras".
Kirchner dijo el lunes que "creemos que es fundamental conservar el superávit fiscal, conservar el superávit comercial, y conservar los niveles de inversión y de crecimiento".
El ex mandatario mantuvo durante su mandato un superávit presupuestario superior al 3,0 por ciento del PIB mientras que la presidenta Fernández proyectó para el 2009 un saldo favorable del 3,27 por ciento del PIB y un superávit comercial de casi 12.000 millones de dólares.
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