Antonio Basagoiti ha ‘bajado’ a Madrid, y lo hay hecho en un almuerzo multitudinario al que, además de ser presentado por el propio
Mariano Rajoy, ha asistido hasta el ex presidente del EBB del PNV,
Josu Jon Imaz. A nadie debe extrañar esta delicadeza de Imaz: de todos es sabido su apuesta por un centrismo asimétrico en el que caben todos, desde populares a socialistas, algo que no gusta en el partido nacionalista.
Pero aquí, en un hotel madrileño, estaba el ‘todo PP’: desde el presentador, Rajoy, hasta la secretaria general,
María Dolores de Cospedal; desde el portavoz,
Esteban González Pons, hasta la portavoz en el Congreso,
Soraya Sáenz de Santamaría; desde el portavoz de Justicia,
Federico Trillo, hasta el presidente-fundador,
Manuel Fraga; desde banqueros, como
Emilio Ibarra, y la presidenta de Madrid,
Esperanza Aguirre, hasta… pues no, no se vio al alcalde
Alberto Ruiz Gallardón. Estaría subiendo impuestos.
Basagoiti ha ‘bajado’ a Madrid con un lenguaje claro y sencillo, y con unas ideas muy simples: a advertir que Euskadi está en el mejor momento para hacer frente al nacionalismo excluyente. Sic. Y lo cree sinceramente porque las posibilidades que se abren abocan o bien a una continuidad que sólo lleva a un segundo Pacto de Lizarra entre el PNV y los abertzales en el caso de que
Ibarretxe capitalice su ‘non nato’ referéndum, o a un gobierno PSE-PNV en el que el PSE-PSOE de
Patxi López se ‘entregue’ plenamente a Juan José Ibarretxe, como ya pasara en 1996.
El mensaje se resume en dos frases:
“Votar a Ibarretxe es votar la independencia y el retroceso”; “cuanto más López [más votos logre captar el PSE], más posibilidades de que se entregue al PNV”. ¿La solución, según Basagoiti?: “Somos [el PP vasco] la garantía de que los vascos apuestan por el cambio”.
Así, según Basagoiti,
“Ibarretxe aburre a las ovejas” con su discurso monotemático, pero, al contrario, “Patxi López no sabe si va o si viene” y los socialistas del PSE, en general, “tienen complejo de que los califiquen de poco vascos”. De ahí que no sorprenda en el PP –aunque lo censuran, claro- el acuerdo Gobierno-PNV para apoyar en Madrid los PGE para 2009, acuerdo que conlleva que los socialistas aprueben en el Parlamento de Vitoria los presupuestos autonómicos que presenta Ibarretxe. Y alto y claro Basagoiti ha dicho este lunes en Madrid que apoyar en Vitoria esos presupuestos peneuvistas es apoyar subvenciones a los presos de ETA, a Gestoras Pro-Amnistía y movimientos similares, al uso exclusivo del euskera como cercenando la diversidad lingüística y un largo etcétera.
Por cierto, que la decisión de Garzón de juzgar el franquismo se enfrenta a una paradoja que no se le escapa a la oposición: ¿Qué pasa con el sumario que instruye Garzón y tiene guardado bajo siete llaves sobre el chivatazo policial a los intermediarios recaudadores de ETA? ¿Quién fue el policía que avisó a Elosua de que le estaban vigilando?
¿Por qué no mueve Garzón ese sumario? Se lo contamos en nuestro diario e-Xclusivo.