"La máxima contundencia del estado de derecho, de la unidad de los demócratas, logrará acabar con esa lacra que asola a nuestro país y a otros países", aseguró de el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, al tiempo que el rey Juan Carlos manifestó su firme condena y repulsa por el ataque terrorista de la banda separatista ETA

El presidente salvadoreño y anfitrión de la reunión, Elías Antonio Saca, solicitó a la Cumbre que emita una condena unánime del atentado, propuesta que no debería encontrar oposición dada la similitud de condena en todos los discursos de la inauguración de la Cumbre.

La crisis financiera, fuera de contexto en una cumbre dedicada a la juventud, logró la atención de los mandatarios iberoamericanos, que decidieron elaborar una declaración conjunta en la que evaluarán la oportunidad de convocar con urgencia una reunión al máximo nivel en el marco de Naciones Unidas.

El presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, excusó la presencia de la crisis diciendo que este es un momento delicado, y que “sería muy difícil regresar a nuestros países sin una decisión conjunta sobre la crisis económica".  El miércoles pasado el canciller español, Miguel Angel Moratinos, había reclamado una respuesta "unida, clara, coherente y firme", pero los doce párrafos de este proyecto de declaración son un ejercicio lingüístico para no comprometerse a nada.

El documento señala que los latinoamericanos están determinados a participar y contribuir activamente en un proceso de transformación profunda y amplia de la arquitectura financiera internacional, que contemple instrumentos de prevención y respuesta inmediata ante futuras crisis y garantice una regulación eficaz de los mercados internacionales.  El vicecanciller venezolano, Alejandro Fleming, comentó que  "Venezuela cree que todos los países deben ser escuchados, no sólo los grandes, porque la crisis afecta a todos". Uno de los grandes ausentes de la Cumbre es el presidente venezolano Hugo Chávez.

La Cumbre deberá retomar su tema principal, porque el segmento poblacional que puede verse afectado con la crisis es la juventud, como víctimas del desempleo, la marginación y la violencia, y en particular en América Latina.  “Una de nuestras obligaciones prioritarias es crear las condiciones adecuadas en cada uno de los países para la juventud. "Si no lo conseguimos estaremos comprometiendo el destino de nuestros hijos y faltando a nuestras responsabilidades", alertó el rey Juan Carlos.