La escuela La Promesse, de tres plantas, se derrumbó durante el horario escolar, y alguna de las paredes cayeron sobre las residencias cercanas en la comunidad de Nerettes, cerca de la capital, Puerto Príncipe.
"Treinta han muerto ya y hay muchos otros bajo los escombros", indicó, por su parte, el filipino Donald Hongitan, uno de los cascos azules de la ONU que trabajan en los esfuerzos de rescate.
En el lugar del suceso, los padres de los alumnos se han amontonado intentando encontrar a sus hijos, mientras que los cuerpos de los fallecidos van siendo rescatados de entre los escombros. Además, el agente Carl Henry Boucher indicó que más de 25 personas han sido hospitalizadas en condiciones muy graves.