Adiós, BlackBerry, adiós

El presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, parece estar condenado a decir adiós, al menos por cuatro años, al que ha sido uno de sus inseparables acompañantes durante su camino hacia la Casa Blanca: su BlackBerry.

Obama, que este fin de semana se ha despedido oficialmente de sus labores como senador por Illinois, también deberá desprenderse del teléfono móvil que lo ha mantenido conectado al mundo real en los últimos tiempos. Pero el Presidente, por varias razones, no puede estar tan conectado y menos a un teléfono de los llamados inteligentes.

Razones de seguridad y, sobre todo, la ley que lleva a que, en Estados Unidos, la correspondencia del Presidente se archive y pueda ser pública en un futuro si fuera necesario, hacen bastante incompatible a Obama y su BlackBerry.

Algunos aseguran que Obama, sin embargo, quiere llevar la Casa Blanca al siglo XXI. Su manera de hacerlo será plantando un ordenador portátil en la mesa del Despacho Oval. Ningún otro Presidente lo ha hacho antes. A lo mejor, si insiste en ello, consigue que le permitan quedarse con su teléfono. ¿Se convertirá Obama en el primer Presidente tecnológico? Sólo si se lo permiten.