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La mejor prevención para el sida: el amor verdadero

martes 18 de noviembre de 2008, 12:35h

¡Ay Virgen Santa, que me va a dar un soponcio! Yo no gano para disgustos. Cualquier día de estos a mí me da un infarto con las noticias que leo. Y yo que creía que había visto de todo. Pues va a ser que no. Resulta que mientras me estoy desayunando mi taza de café se me quedan los ojos bien abiertos al leer que el hospital público Carlos III ha editado una guía en la que recomienda prácticas sexuales realmente preventivas para evitar el sida. Es decir, la castidad. Hombre, razón no les falta. Si no hay sexo, no hay contagio de sida (por transmisión sexual claro, porque puede ser unos muy casto y darle que te mueres a las jeringuillas en las Barranquillas), y si no hay sexo, no hay embarazo, y si no hay embarazo, no hay aborto. Eso está más claro que el agua. Aunque claro, resultan unas medidas que, siendo realmente eficaces, hombre pues, se pasan un pelín. Es que como tome el ejemplo Pere Navarro ya me estoy imaginando la próxima campaña de la DGT: para evitar accidentes de tráfico, prohibido conducir. Y tampoco es eso. Digamos que en este caso los condones vienen a ser como los cinturones de seguridad, puede resultar incómodo su uso, pero evitan sustos.

Eso por una parte. Pero lo de mejor de la guía viene cuando les da por arremeter contra los homosexuales. Y dale. Y miren que yo hace poco me metí con ellos (Ay maricón, maricón…si el mundo fuera rosa). Pero una cosa es criticar sus ambiciosas pretensiones para que la sociedad sea al gusto de ellos y otra muy diferente es intentar poner a la ciencia del lado de uno para desprestigiar al contrario. Eso no se vale. ¿Cómo que la homosexualidad está más asociada a los trastornos mentales? Y eso, ¿quién lo dice? Esto ya es pasarse, hombre, vamos a ver si empezamos a separar unas cosas de otras y que cada uno utilice su tálamo como mejor le convenga, con quién quiera y por dónde quiera. Que no mezclemos churras con merinas porque lo cortés no quita lo valiente.

Otra perla del manual:Lo mejor para prevenir el VIH es el "amor verdadero", recomienda. Pues ahora si que tengo un problema porque yo no he encontrado el mío y a ver ahora yo qué hago. Cachis. Pues voy a tener entonces un problema, ¿o cómo es esto? Me pierdo. A ver, entonces ¿todo el dineral que se gasta para encontrar una vacuna para el sida no sirve de nada? ¿Era tan sencillo como encontrar el amor verdadero? Ah pues qué fácil, ¿no? O qué difícil, según se mire. Y para no engordar, ¿qué se recomienda? ¿Comer sólo lechuga? Y nosotros sin saberlo.

Una vez más hago la reflexión (recuerden que soy católica) ¿qué haríamos sin los principios básicos de la Iglesia Católica? Y para ello me baso en las estadísticas. De cada cinco enfermos de sida, cuatro viven en África (dónde no son católicos) ¿Lo ven? Esto es porque en Europa se practica el amor verdadero que, como se sabe ya, previene el sida. ¿O será por el uso extendido del preservativo? Ya sí que me pierdo.
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