Al tener conocimiento la Guardia Civil de La Rinconada de un aumento del consumo de hachís en la localidad y para poner freno a esta situación, efectivos del Cuerpo pusieron en marcha un dispositivo que dio como resultado la localización de un piso donde sospechaban que se podía vender esta droga.
Los guardias civiles llegaron a identificar a los moradores de la vivienda, resultando ser un matrimonio, siendo el marido camionero de profesión, mientras que, según comprobó la Benemérita, la mujer se dedicaba a la venta de hachís de lunes a viernes al no poder hacerlo su marido por encontrarse ausente debido a su trabajo, aunque sí que lo hacía éste durante los fines de semana.
A uno de los supuestos compradores de hachís, la Guardia Civil, tras seguirlo, consiguió darle el “alto” y le intervinieron dos trozos de dicha sustancia estupefaciente de aproximadamente veinte gramos de peso.
Posteriores investigaciones de los miembros del Cuerpo conducen a comprobar que el matrimonio sospechoso se trasladaba a veces a diferentes barrios de Sevilla donde, a modo de mayoristas, vendían la droga a otros vendedores que se dedican al menudeo.
Por todo esto la Guardia Civil, en posesión del correspondiente mandamiento judicial, procedió al registro de la vivienda sospechosa, encontrando oculto en el interior de un armario, un total de diecinueve tabletas de hachís, así como algunas más troceadas, que arrojan un peso de 4.000 gramos.
También encontraron 3.910 euros, producto al parecer de las ventas realizadas, una balanza de precisión, una calculadora, un teléfono móvil y otros efectos relacionados con la supuesta actividad ilícita.
Como consecuencia de los hechos, se procedió a la detención de M. C. C. P., de 22 años de edad, y A. R. R., de 42 años, ambos vecinos de La Rinconada, imputados en un supuesto delito contra la salud pública.
La droga intervenida, valorada en 18.240 euros, se entregó en el Área de Sanidad de la Subdelegación del Gobierno en Andalucía.
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