Conmemoran 30 años del compromiso pro derechos humanos

Representantes de todos los ámbitos de la sociedad chilena celebran hoy el 30° aniversario del simposio sobre derechos humanos que denunció las violaciones y muertes en la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).

Personalidades del mundo político, religioso, empresarial, sindical y educativo y representantes de las Fuerzas Armadas asisten este martes a un acto litúrgico en la Catedral Metropolitana de Santiago en el que también está prevista la asistencia de la presidenta Michelle Bachelet.

En ese templo, la Iglesia de Santiago organizó en noviembre de 1978 el Simposio Internacional sobre Derechos Humanos, al que acudieron obispos extranjeros y representantes de Naciones Unidas, explicó María Luisa Sepúlveda, delegada presidencial para los derechos humanos.

"Todo hombre tiene derecho a ser persona", fue la frase que resumió aquel encuentro, en el que el cardenal Raúl Silva Henríquez (1907-1999) instó a reuniones cada 25 de noviembre para reafirmar su compromiso con la dignidad del ser humano.

Henríquez había liderado el Comité Pro Paz, creado por cristianos y judíos tras el golpe de Estado de Pinochet, para prestar asistencia legal y social a los afectados por el régimen, cuyas presiones obligaron a disolverlo en 1975.

Pese a ello, el cardenal impulsó la creación de la Vicaría de la Solidaridad, que heredó la labor del Comité durante su funcionamiento, entre 1976 y 1992, hasta que sus cometidos fueron asumidos por la Vicaría Pastoral Social y de los Trabajadores.

"Se sentía miedo, pero el cardenal generaba una sensación de protección", recuerda María Luisa Sepúlveda, quien fue la última secretaria ejecutiva de la Vicaría de la Solidaridad.

En el acto, que también servirá como recordatorio del 60 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, se exhibirá un documental inédito producido en 1978, perdido hasta ahora en el fondo de una bodega.

Este trabajo da fe de las actividades desarrolladas por la Iglesia en aquellos años, unas imágenes que los canales de televisión no registraron entonces debido a las restricciones a la libertad de prensa.