Recuerdan mediación papal por el Beagle

Las presidentas de Argentina y Chile, Cristina Fernández de Kirchner y Michelle Bachelet, conmemorarán la semana próxima los 30 años de la mediación papal que evitó un conflicto armado por la soberanía de las islas Picton, Lennox y Nueva, en la zona del Canal de Beagle, y anunciarán una serie de acuerdos que buscan reforzar la relación bilateral.

En su primer viaje oficial al país trasandino, la mandataria argentina viajará el jueves 4 por la tarde a la ciudad chilena de Punta Arenas, a 3 mil kilómetros al sur de Santiago, donde será recibida por Bachelet, con quien anunciará un conjunto de acuerdos de integración, informaron fuentes oficiales.

Entre ellos, se destaca uno de exploración conjunta espacial, otro vinculado a la educación por medio del cual las tesis de doctorado serán válidas en ambos países, y otro relacionado a la unidad militar conjunta "Cruz del Sur", una fuerza de paz coordinada que actuará ante posibles conflictos en la región, en el marco de las Naciones Unidas.

Tras visitar una escuela argentina y compartir una cena el jueves por la noche, las jefas de Estado se trasladarán el viernes a Monte Aymond, en el extremo sur de la provincia de Santa Cruz, en una zona cercana al paso fronterizo internacional denominado "Integración Austral", que une las ciudades de Punta Arenas con Río Gallegos.

En ese lugar, ventoso durante todo el año, Fernández de Kirchner y Bachelet presidirán una ceremonia, durante la cual colocarán la piedra fundamental de un monumento por la paz, para cuya construcción se realizará un concurso de artistas supervisado por una comisión binacional de cultura.

El lugar exacto donde estará ubicado el monolito fue decidido por delegaciones de las Cancillerías de ambos países que viajaron a la zona para determinar conjuntamente la instalación del monumento.

Así, el monolito se erigirá en el punto equidistante de la frontera argentina-chilena, con la llanura patagónica con rocas volcánicas como fondo, y donde en invierno las temperaturas extremas llegan a 20 grados bajo cero.

Las Cancillerías de ambos países barajaron varios escenarios para realizar el acto conmemorativo y colocar el monumento, incluso el límite sobre el canal de Beagle, en una zona de difícil acceso, pero finalmente desecharon la idea porque sólo se podía llegar por barco.

A fines del año pasado, las presidentas invitaron -a través del secretario de Estado, Tarcisio Bertone- al Papa Benedicto XVI para que participe de la ceremonia conmemorativa, quien finalmente designó en su representación al arzobispo de San Pablo, monseñor Odilio Scherer.

Semanas atrás, el Papa se refirió al aniversario de la mediación por el Beagle, al recordarla como "un ejemplo admirable de construcción de la paz a través de la vía maestra y siempre actual del diálogo".

Las Iglesias de ambos países también se aprestan a celebrar el aniversario con sendas misas celebradas en simultáneo el 22 de diciembre: en Argentina será en la emblemática basílica de Luján -a donde asistirá la presidenta Fernández de Kirchner-, en tanto que en Chile, el escenario sería en la localidad de Maipú.

Con estas celebraciones, ambos países recordarán los sucesos que ocurrieron días antes de la Navidad de 1978, cuando los dos países -bajo las dictaduras militares de Jorge Videla y Augusto Pinochet- se dirigían inevitablemente al enfrentamiento armado.

Por esos días, la dictadura argentina desconoció un fallo de la corona británica favorable a Chile en la disputa sobre el canal de Beagle, en el marco de un conflicto que databa de 1888, pero cuando ya se habían movilizado tropas hacia la frontera, Juan Pablo II intervino con el histórico gesto de ofrecer una misión de paz.

El 22 de diciembre, las fuerzas armadas argentinas estaban preparadas para ocupar por la fuerza las islas en disputa, en un operativo denominado Soberanía, que preveía 20 mil muertos sólo en la primera semana.

Pero, al mediodía de ese día en Roma (las 8 en Argentina y las 7 en Chile), Karol Wojtyla -jefe de la Iglesia católica desde hacía escasos dos meses- anunció el envío de un representante para que buscara en su nombre una solución a la controversia, lo que logró detener el enfrentamiento minutos antes de que se desencadenara.

El 26 de diciembre, llegó a Buenos Aires el cardenal Antonio Samoré, un experto del Vaticano en cuestiones vinculadas con América latina, y durante quince días mantuvo tensas reuniones con Pinochet y Videla. "Veo una lucecita al final del camino", fue su frase más recordada.

El 8 de enero de 1979, Argentina y Chile pidieron formalmente en Uruguay la mediación papal, suscripta en el Acuerdo de Montevideo, abriendo un período de idas y vueltas que concluyó en democracia con la firma del Tratado de Paz y Amistad que se firmó en noviembre de 1984 en el Vaticano.