www.diariocritico.com
Es la guerra y Zapatero miente

Es la guerra y Zapatero miente

sábado 24 de febrero de 2007, 22:46h
Idoia Rodríguez, la soldado española enterrada ayer en su pueblo de Galicia, murió en una acción de guerra. Así lo afirma la OTAN, en cuyas fuerzas se encuadran las tropas de nuestro país que luchan en Afganistán contra la guerrilla talibán. Porque nuestra soldado falleció al estallar bajo el carro blindado que conducía una mina de gran potencia. Y si conducía el carro BMR del Ejército español por una zona abrupta del noroeste afgano era porque estaba protegiendo el despliegue de tropas italianas en territorio hostil talibán. Y eso es la guerra.

   A Idoia, una chica de 23 años con vocación de soldado profesional, habría que haberla condecorado como una víctima en tiempos de guerra, con esa Cruz del Mérito Militar con distintivo rojo que acertadamente ha reclamado el PP. Ello hubiera supuesto un auténtico honor para ella, que quiso trabajar en el Ejército, y un reconocimiento póstumo de su memoria con carácter permanente: más que el color, lo que distingue a ese distintivo es que permitiría que el nombre de Idoia fuera ascendiendo en el escalafón militar con el paso del tiempo como si la soldado siguiera viva.

   La cruz con distintivo amarillo con la que le ha distinguido el Gobierno es una racanería de sus jefes del Ejército para con la soldado y un desdoro por parte del Ejecutivo para con ella y para con la labor que los militares españoles están llevando a cabo en Afganistán. Pero el motor de la decisión gubernamental es el no añadir una más a la lista de promesas incumplidas de Zapatero y por eso Idoia se ha quedado sin la medalla que le correspondía.

   Zapatero prometió no enviar tropas al exterior sin conseguir antes la autorización expresa de las Cortes y cuando decidió mandar el primer contingente a Afganistán obtuvo ese permiso, con los votos del PP, tras anunciar que los soldados iban únicamente en misión de paz y solo para ayudar a la población civil a celebrar elecciones democráticas, tras lo cual las tropas regresarían a España.

   Las elecciones se celebraron, las tropas españolas siguen allí, nuestros militares están reclamando que se aumente su número no por gusto, sino para poder proteger a los militares que están sometidos a ataques casi continuos, y Zapatero quiere chafarse de su responsabilidad haciendo creer a la gente que en Afganistán no hay una guerra y que las víctimas de esa guerra, como Idoia Rodríguez, han muerto en una acción semejante a la de un cooperante de una ONG que falleciera en un país lejano en un accidente de tráfico. Solo que no es verdad. Y que, además, todo esto supone un insulto para las tropas que enviamos a Afganistán, mueran o, como es de desear, permanezcan sanas y salvas.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios