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Vaticano los rechaza por “moralmente ilícitos”

¡No a clonación y manipulación genética!

¡No a clonación y manipulación genética!

viernes 12 de diciembre de 2008, 22:50h
¡No a clonación y manipulación genética! El Vaticano rechazó hoy por 'moralmente ilícitos' los procesos de clonación, la manipulación genética y el congelamiento de embriones, porque son 'ofensas graves' a la dignidad del ser humano.
 
'La clonación es intrínsecamente ilícita, pues se propone dar origen a un nuevo ser humano sin conexión con el acto de recíproca donación entre dos cónyuges y, más radicalmente, sin ningún vínculo con la sexualidad', indicó en un documento.
 
El texto titulado 'Dignitas Personae. Sobre algunas cuestiones de bioética' presentó una serie de críticas a los procesos modernos de la biomédica como la fecundación 'in vitro', el uso de las células 'madre' embrionarias y los híbridos humano-animal.
 
Preparado por la Congregación para la Doctrina de la Fe y difundido en varios idiomas (italiano, alemán, francés, español y portugués), el texto fue autorizado personalmente por el Papa Benedicto XVI.
 
Condenó 'decididamente' el uso de la ingeniería genética con objetivos no terapéuticos, es decir la manipulación de los genes con 'presuntos fines de mejoramiento' de las futuras personas por tratarse de una 'presunción ideológica de sustituir a Dios'.
 
Consideró que la clonación humana es 'intrínsecamente ilícita', ya sea con fines reproductivos, terapéuticos o de investigación. 'La clonación reproductiva instaura una forma de esclavitud biológica', advirtió El vaticano.
 
A la clonación terapéutica la calificó como 'aún más grave' por consistir en la creación de embriones para destruirlos con el objetivo de tratar a otra persona.
 
'En cuanto el tratamiento a la infertilidad se deben excluir todas las técnicas de fecundación artificial que sustituyan el acto conyugal mientras son admisibles las técnicas que se configuran como una ayuda al acto conyugal y a su fecundidad', ponderó.
 
El documento estableció que durante la fecundación 'in vitro' el número de embriones sacrificados 'es altísimo' y, por lo tanto, se trata de una técnica en la cual el embrión humano es tratado como un 'simple maso de células'.
 
Constató además que 'son cada vez más frecuentes los casos en los cuales las parejas no estériles recurren a técnicas de procreación artificial con el único motivo de poder ejecutar una selección genética de sus hijos'.
 
' La Iglesia reconoce la legitimidad del deseo de un hijo (pero tal deseo) no puede justificar la producción. Se tiene la impresión que algunos investigadores parecen ceder a la lógica de deseos subjetivos y a la presión económica, tan fuerte en estos casos', indicó.
 
La instrucción doctrinal calificó a la crioconservación o mantenimiento en vida de los embriones a través del congelamiento como 'incompatible' con el respeto debido a ese material humano.
 
Ese proceso, apuntó, los expone a 'graves riesgos de muerte o de daño a su integridad física', en cuanto un alto porcentaje no sobrevive al procedimiento de congelación y descongelación; los priva de la acogida y gestación materna; los pone en una situación susceptible de ulteriores ofensas y manipulaciones.
 
Al referirse a prácticas abortivas, el texto hizo referencia a la llamada 'reducción embrional', práctica usada por los médicos para 'eliminar un número de embriones o fetos presentes en el seno materno' producto de un embarazo múltiple a causa de una inseminación artificial.
 
Esta técnica es un 'aborto intencional selectivo', señaló, así como el diagnóstico pre-implantatorio que pretende una 'selección cualitativa' con la consecuente destrucción de embriones que acusen defectos o con características no deseadas.
 
'Se trata de una grave e injusta discriminación que lleva a no reconocer el estatuto ético y jurídico de seres humanos afectados por graves patologías y discapacidades', sostuvo.
 
La instrucción 'Dignitas personae' consideró dentro del 'pecado del aborto' el uso de métodos anticonceptivos como la espiral y la píldora RU486, también conocida como 'del día después'.
 
Además calificó como 'gravemente ilícitos' el uso de células estaminales embrionarias (también llamadas 'madre') y la 'clonación híbrida' que mezcla elementos genéticos humanos con animales 'capaces de turbar la identidad específica del hombre.
 
 
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