River salió último por primera vez en su historia

River Plate, el equipo que más campeonatos argentinos ha ganado en la historia, ha tocado fondo un semestre después de haber alcanzado su trigésimo tercer título.

En el Apertura 2008 ha batido todos sus récords negativos en la peor campaña desde su fundación a principios del siglo XX, porque es colista por primera vez con una inédita marca negra de 12 partidos consecutivos sin victorias en un torneo de 19 jornadas.
El equipo riverplatense obtuvo sólo 14 puntos de 57 posibles, con dos victorias, ocho empates y nueve derrotas, rendimiento que terminó tempranamente con el ciclo de Diego Simone como entrenador y produjo una sensible baja en la cotización de sus figuras.
Una reforma de 1981 en el reglamento en las competiciones argentinas impide que River Plate esté cerca del descenso, porque la pérdida de la categoría se determina por los promedios de puntos de las últimas tres temporadas, medida que protege a los equipos poderosos.

River Plate había ganado el Clausura de este año después de tres años de sequía, cuando acumula una década sin títulos internacionales, con el arquero Juan Pablo Carrizo como su principal figura.

Carrizo que sería titular en la selección argentina fue traspasado al Lazio italiano hace seis meses y el equipo "millonario" se quedó sin su pilar, y fue presa fácil de la mitad de los rivales a los que se enfrentó en el Apertura.

El resquebrajamiento futbolístico y anímico riverplatense provocó la dimisión de Simeone cinco jornadas antes de la finalización del torneo, cuando había caído al último puesto, y desde ese momento, con el entrenador de juveniles Gabriel Rodríguez en el banquillo comenzó su etapa más dura, la que tuvo como único objetivo subir un puesto para no quedar clavado en esa inédita posición.

No pudo y se consumió de manera traumática ante un público desdichado que no cesó en su aliento para contribuir de alguna forma con futbolistas amnésicos que terminaron desesperados, ansiosos de que el campeonato terminara de una vez por todas.

Antes de que comenzara el Apertura, Simeone bajó el pulgar al ídolo de los hinchas, Ariel Ortega, víctima de su adicción al alcohol, que fue cedido a un equipo de la segunda categoría y que ahora, en medio del incendio, aparece como el más probable refuerzo para el Clausura 2009.

Desde la intimidad de una directiva atribulada surgen versiones de "liquidación con rebajas" de varios jugadores, como los centrales Eduardo Tuzzio y Danilo Gerlo, los medios Oscar Ahumada y Leo Ponzio, el punta Mauro Rosales y, si llega una oferta, de la última joya salida de la cantera, Diego Buonanotte.

El próximo entrenador será Néstor Raúl Gorosito, que hasta ahora dirige a Argentinos Juniors, un ex futbolista salido de las divisiones juveniles riverplatenses, al que caracteriza su gusto por el buen juego y por los futbolistas de buen pie, como lo era él en River, San Lorenzo, el Universidad Católica chileno, el Yokohama Marinos japonés y en la selección argentina.

"Pipo" Gorosito bailará con la más fea desde el 5 de enero próximo, cuando se reúna con los jugadores para comenzar la pretemporada. La desmoralización de un plantel tras el más rotundo fracaso de un club acostumbrado a exigir títulos