La autorización acordada este viernes hace referencia a una de las medidas del Plan de Activación del Ahorro y la Eficiencia Energética 2008-2011 aprobado por el Consejo de Ministros, en su sesión de 1 de agosto de 2008, concretamente a la denominada "
Reparto de millones de bombillas de bajo consumo”. De esta manera se da luz verde a los procedimientos para contratar los servicios necesarios.
Por un lado, se establece un presupuesto de 42 millones de euros más IVA para el suministro de un máximo de 21,96 millones de unidades y por otro, se establece un contrato con la Sociedad Estatal de Correos y Telégrafos S.A., para la distribución y reparto a los ciudadanos de dichas lámparas de bajo consumo, durante el año 2009, lo que nos costará otros 22 millones de euros más IVA.
Un vale-bombilla
Dicha medida establece que se entregarán bombillas de bajo consumo a través de vales de regalo en la factura de la luz, a razón de una bombilla de bajo consumo por cada hogar en 2009 y otra en 2010. En total, se repartirán de forma gratuita para todos los consumidores alrededor de 49 millones de lámparas de bajo consumo que generarán un importante ahorro de electricidad.
Una lámpara de bajo consumo, con especificaciones como las que se van a repartir, ahorra cien euros durante su vida útil al consumir un 80 por 100 de energía menos que las bombillas incandescentes para producir la misma cantidad de luz, y dura entre seis y ocho veces más.
Esta medida permite adelantar la puesta en marcha de un proceso decidido en la Unión Europea para dar luz verde a un proceso gradual hasta que se prohíban en los países miembros todas las bombillas de incandescencia y todas las bombillas de menor rendimiento. Hace tan sólo unos días la Unión Europea aprobó el calendario para la supresión progresiva de las bombillas tradicionales incandescentes a partir de septiembre de 2009 y su sustitución por los nuevos modelos de bajo consumo. Las últimas bombillas tradicionales dejarán de comercializarse el 1 de septiembre de 2012, según el acuerdo adoptado por los 27 en el comité regulador.
La medida tiene como principal objetivo reducir el consumo eléctrico por parte de los hogares y las empresas, dentro del Plan Europeo de Lucha contra el Cambio Climático, que incluye la reducción del 20 por 100 en consumo energético en el horizonte del año 2020.
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